OTRAS FORMAS DE MEDITAR


No sólo se puede meditar sentados, puedes llevar la mente de meditación a cualquier experiencia, a cualquier actividad.

A menudo, hay gente, tal vez tú seas una de esas personas, que dice que no le gusta mucho la meditación formal, pero que le encanta dar paseos contemplativos, escuchar música hermosa, leer libros sobre enseñanzas y otras cosas que les parecen espirituales. Quizá tú mismo te preguntes si está bien encontrar y practicar otras formas de cultivar una actitud meditativa además de sentarte en un cojín siguiendo la respiración
Esa es una gran cuestión, y bastante común, que casi todos nos hemos hecho en algún momento. Nuestro mundo está lleno de una gran cantidad de maravillas y belleza que despierta en nosotros una sensación de asombro de muchas y diferentes maneras. Un paseo por el bosque, escuchar una música inspiradora, contemplar una hermosa obra de arte, sentarnos junto al mar mirando el horizonte... estas diferentes experiencias humanas son realmente preciosos regalos que nos ofrece la vida, que está llena de infinitas oportunidades para sentir una profunda sensación de calma y quietud en nuestro interior.
A veces, lo que nos sucede con algunas prácticas de meditación, como, por ejemplo, la meditación Vipassana, es muy a menudo lo contrario de la paz. ¡La mente está tan ocupada en la llamada "quietud" que sentimos que estamos haciendo todo mal y preferiríamos ponernos a leer sobre las enseñanzas que realmente meditar!
Sin embargo, si te quedas ahí, esa mente ocupada puede convertirse en la puerta para experimentar una percepción más profunda, que es lo que realmente significa la palabra Vipassana. Con el tiempo, a medida que llevas tu conciencia a la respiración, al cuerpo, a los sentimientos y a los pensamientos, empieza a surgir poco a poco la comprensión del momento presente, ausente de preferencia o juicio.
¡Esos momentos de comprensión son realmente preciosos! Pueden convertirse en una herramienta extremadamente útil en tu vida cotidiana a medida que navegas por los desafíos internos y externos de ser humano.
Todo es necesario y útil, por lo que es recomendable hacer ambas cosas: disfrutar de tus experiencias meditativas fuera del cojín y mantener tu curiosidad explorando la posibilidad de experiencias transformadoras que pueden ocurrir a partir de una práctica regular de meditación. Ambas formas de practicar y cultivar una mente despierta y presente se ayudan mutuamente y se fortalecen la una a la otra. No descuides tu práctica de meditación sentada y aprovecha cada oportunidad que te ofrezca la vida para abrir tu corazón y tu mente a la experiencia del momento presente.

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