DESARROLLAR AMABILIDAD HACIA UNO MISMO

Una meditación para cultivar una relación positiva con uno mismo y con el mundo.

Cuando actuamos de forma positiva y respondemos con creatividad a nuestro enfado, estamos cuidándonos bien. Cuidar de nuestro corazón, de nuestra mente, y de nuestro cuerpo es una acción positiva, pero aprender a ser amables y cariñosos con nosotros mismos puede ser todo un desafío. También es parte de una práctica que tenemos que realizar durante toda la vida para trabajar con nuestro enfado.

Entre las antiguas tradiciones guerreras hay una meditación para desarrollar el amor compasivo que nos enseña a ser amables cultivando una relación positiva con nosotros mismos y con el resto del mundo. El amor compasivo puede ser la forma de cuidarnos realmente y de acabar con el enfado de nuestro corazón y nuestra mente. Puede ser la forma de empezar a limpiar nuestro corazón de las toxinas del enfado, el odio, y el miedo, y convertirse en una verdadera alquimia transformando nuestra vida.

Esta sencilla meditación puede cambiar nuestra vida, si nos planteamos sinceramente la siguiente pregunta: “Si no puedo sentir amor hacia mí mismo ¿cómo podré sentir un amor verdaderamente sano hacia los demás?”

A continuación, encontrarás las instrucciones para una primera etapa de esta meditación:

Desarrollar amabilidad hacia uno mismo, una práctica de amor

• Cierra los ojos, acomódate buscando una posición estable en tu asiento. Asegúrate de estar bien apoyado y de sentir el suelo. Si estás sentado en una silla, coloca los pies bien apoyados sobre el suelo.

• Sé consciente de cómo la respiración penetra en todo tu cuerpo. Imagina que va limpiando las toxinas de tu corazón.

• Un minuto después intenta visualizarte a ti mismo, o imagínate en un hermoso lugar donde te guste estar. O simplemente llámate por tu nombre mentalmente, en silencio. Recuerda seguir respirando.

• Tras otro minuto di para ti mismo: “Que yo sea feliz”, después respira y date cuenta de cómo te sientes al decir eso. Después di: “Que yo esté bien”, respira y date cuenta de cómo te sientes al decirlo. Después di: “Que sea amable con mi sufrimiento”, y después respira.

• Permanece sentado en calma con lo que sea que surja. Tras unos minutos di: “Que tenga más amabilidad en mi corazón. Que tenga más paz en mi corazón. Que sigan desarrollándose y creciendo dentro de mí”.

• Sigue recitando estas frases, dejando un minuto o dos entre cada una de ellas, y manteniendo la conexión contigo mismo durante todo el tiempo.

• Tras unos diez minutos acaba con la práctica.

Si practicas esta meditación cada semana empezará a transformar tu corazón. Si la haces diariamente, transformará positivamente tu vida.

Si nuestro corazón está lleno de amor y amabilidad hacia nosotros mismos, queda muy poco espacio para el enfado. Es posible que surja ese estado mental, pero el amor es como el agua que limpia y apaga las llamas del enfado.

Audio "Desarrollar amabilidad hacia uno mismo"






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