UN CAFÉ CONSCIENTE


Hacer una pausa para beber una taza de café o té puede ser un buen descanso, pero el verdadero descanso es beberla conscientemente.
Cuando bebamos un café podemos recordar este koan casero: ¿Quién está disfrutando este café?
Hazte esta pregunta con cada sorbo. Y cuando te encuentres con esa persona, déjala ir. Necesitas un descanso de su historia de vez en cuando. De lo contrario, tu pausa para el té no será realmente un descanso.
Estar recreando constantemente la historia de nuestros roles, obligaciones y compromisos nos desgasta. Sí, podemos ser madres, doctores, dependientes o trabajadores de oficina, pero en el fondo, somos más que estas cosas. Somos seres humanos que respiran y forman parte del Universo. Cualquiera que sea tu historia, tú eres más que esa historia. Ponte en contacto y mantén esa conexión con ese ser humano que respira mientras disfruta de tu té.
“Solo esto”, recuérdate a ti mismo con cada sorbo. "Solo esto". Siéntate y respira como una flor en un prado, disfrutando del sol.
El hecho de tomar un té o un café puedes convertirlo en una verdadera meditación. Puede que estés solo o charlando con alguien, pero siempre puedes hacer una pausa y servirte una taza de café. Luego, levanta lentamente la taza hacia tus labios y disfruta de unos sorbos sin prisa. Puedes sostener la taza con ambas manos para ilustrar que toda tu atención está en ella.
Así puedes realmente tomarte un descanso bebiendo un café. No estás usando el tiempo para preparar otro asunto. Aunque parezca paradójico, tomar un verdadero descanso es más efectivo que usar el tiempo para pensar en tu próximo movimiento. A medida que te desconectas momentáneamente de tu mente superficial, accedes a capas más profundas de ti mismo para incluirlas en tu trabajo o planes. Eso te permite hablar, moverte y actuar de una manera más auténtica, como una persona completa y consciente.
Intenta hacer esto cuando tomes tu próximo café o té. A continuación tienes una práctica en cinco pasos que puedes llevar a cabo cuando tengas tu taza lista para tomar:

1. Pausa
Tómate unos minutos para sentarte con tu taza de café antes de comenzar a beberla. Desea que esta vez sea una pausa para la meditación y una pausa para el café. Incluso si meditaste esta mañana, a las 3 de la tarde es posible que ya sea un vago recuerdo. Ahora, con unas pocas respiraciones conscientes, puedes reconectar con ese espacio meditativo.

2. Siente la naturaleza interconectada del café.
Imagina la tierra, la lluvia y el sol que ayudaron a crear esta bebida, y las personas que cosecharon, prepararon, empaquetaron, enviaron y vendieron este café. Igual que todo el universo se puede ver en una flor, también podemos ver todo el universo en una taza de café. Esta visión es gratificante en sí misma y es un buen entrenamiento para ver todo con los mismos ojos, incluida la persona sentada frente a ti.

3. Siente tu propia naturaleza interconectada.
Tu estrés, felicidad e infelicidad están formados por tus opiniones y actitudes. A su vez, tu estado mental afecta cómo se sienten los demás a tu alrededor. Deja ir tus opiniones y actitudes. Siente que tu estrés se disuelve. Siente cómo se aleja flotando. Siente cómo desaparece hundiéndose en la tierra.

4. Disfruta los primeros sorbos
Nuestra tarea más importante es estar aquí y ahora, y disfrutar el momento presente. Deja que el aroma del café llene el espacio de tu mente hasta que no haya lugar para los pensamientos. Deja que la mente pensante se convierta en una mente que disfruta del café.


 5. Relájate y expande tu visión
Calla durante los primeros sorbos. Observa cómo al expandir el contexto de tu visión tienes una nueva perspectiva de tus preocupaciones y problemas momentáneos. Cuando estás relajado, eres más creativo y ves más posibilidades en cada situación. Considera este momento como una parte importante y productiva de tu día. Si puedes salir por unos momentos de las cuatro paredes que habitualmente te rodean, volverás a tu tarea con una mente fresca.
Los descansos para meditar durante el día actúan como válvulas de presión para vaciar la mente y encontrar la libertad. Por lo tanto, puedes aplicar estos pasos a otras actividades en tu vida diaria, como cenar, lavar los platos o incluso tomar el autobús. Todas ellas son grandes oportunidades para practicar la quietud en movimiento, nuestra condición natural de calma interior mientras que la tierra sigue girando.

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