LA ENERGÍA ES LA CLAVE DEL ÉXITO

 

Cuando deseas conseguir algo en tu vida, lo habitual es centrarte en la estrategia y las herramientas, en cómo conseguirlo, pero muchas veces no consigues tu objetivo porque te falta algo más fundamental y necesario: la energía adecuada.

Es normal que en la vida te plantees ciertos objetivos, y que busques la forma de alcanzarlos, que te centres en el “Cómo”, qué puedes hacer, qué estrategias puedes utilizar, qué recursos tienes a tu alcance, etc., pensando que si encuentras el camino adecuado y tienes los recursos suficientes llegarás a tu destino con seguridad.

Pero muy a menudo, sin ni siquiera darte cuenta, estás contándote una historia que te impide avanzar hacia esa meta deseada, das por hecho ciertas cosas, y piensas y te crees premisas que no son reales o ciertas, y eso condiciona tu forma de sentir, pensar, hablar y actuar, y, por tanto, tus resultados.

Como te digo, muchas veces esto está ocurriendo sin darte cuenta de ello. Por ejemplo, puedes pensar que la gente no tiene dinero para comprar el producto o servicio que tú ofreces. O que los eventos que organizas resultan caros y por eso no consigues suficientes asistentes. O que la situación económica o social actual no facilita tu trabajo, que cada vez sientes más pesado y difícil de llevar a cabo. En el fondo de tu mente es posible que pienses que no es suficiente lo que tú puedes hacer por los demás, por tu familia, o por ti mismo. Es posible que sientas que no eres lo “suficiente” para mejorar tu situación. Que no eres lo suficiente listo, preparado, organizado o afortunado.


También es muy común creer que el problema es la falta de recursos en general, de dinero, de espacio, de tiempo, etc. Pero el verdadero problema nunca es la falta de recursos. Hay personas con muchísimos recursos que no saben aprovecharlos o utilizarlos adecuadamente y no obtienen los resultados que desean. Al contrario, personas sin ningún recurso no se rinden y buscan la forma de conseguirlos, de crearlos, o simplemente de utilizar los pocos que tienen de una manera ingeniosa para sacarles el mayor partido, y consiguen resultados espectaculares. Así que el problema no es la falta de recursos, en todo caso la falta de ingenio para conseguirlos o aprovecharlos.

Por eso, lo más importante y fundamental, lo primero que necesitas si quieres que algo funcione en tu vida, a nivel personal o profesional, y conseguir lo que deseas, es la energía
. Si no tienes energía no puedes conseguir nada, no puedes poner en marcha nada, no puedes animar a nadie, ni atraer a tu vida las personas o circunstancias que deseas. 

Es normal pasar por momentos en los que te sientes mal, insatisfecho, cansado, aburrido, desanimado, sin ilusión, sin fuerzas, sin ganas de hacer nada, o lo ves todo difícil y no encuentras la forma de salir de esa situación. Pero está en tus manos cambiar eso, y mucho más fácilmente de lo que piensas. Si te resignas, acomodas, o te rindes y aceptas estar así, difícilmente vas a salir de ahí.

La energía se crea, o se invoca de alguna manera, por el movimiento. Hay muchas cosas que puedes hacer para elevar tu energía como, por ejemplo, hacer ejercicio, salir a correr, poner música animada y bailar o cantar, y muchas otras. Cuando te pones en movimiento y haces alguna de esas cosas generas energía y te sientes mucho mejor. Cuando elevas tu nivel de energía te sientes capaz de hacer cosas que un momento antes pensabas que no podrías.

Muchas veces, la falta de energía se debe a la falta de emoción. Una emoción es E-MOCIÓN, Energía y Moción, energía en movimiento. Por eso cuando estás ilusionado por algo tienes mucha energía para hacer cosas y quieres compartir lo que te ilusiona con otras personas. La ilusión te pone en movimiento, te da el combustible necesario para ponerte en marcha, para hacer cosas, para buscar recursos y conseguir lo que tanto te ilusiona. 


Imaginar y contemplar un futuro esperanzador que te ilusione, atractivo y emocionante, te impulsa a actuar, a descubrir diferentes formas de llegar hasta allí, o incluso a crear las circunstancias que te acercarán a ese futuro cautivador.

Así que, lo primero que necesitas para tener éxito en lo que sea que te propongas es energía, ganas, ilusión, inspiración. Con energía e ilusión te contarás a ti mismo una historia muy diferente: que sí puedes conseguir lo que te propongas, que encontrarás la forma de alcanzar tu meta, que hay recursos de sobra a tu disposición y que sólo tienes que buscarlos con interés, o utilizar el ingenio para crearlos o aprovechar los que ya tienes. Con suficiente energía y con una historia que te impulse a actuar, buscarás las estrategias necesarias, tomarás las acciones adecuadas, y motivarás a otras personas a probar lo que tanto te ilusiona.

Si no estás ilusionado con algo, no puedes ilusionar a nadie. Si no piensas, honestamente, que lo que ofreces es algo valioso, útil, enriquecedor y que puede mejorar la vida de otras personas en algún aspecto, nadie lo querrá, a pesar de lo bonito que puedas hacer el envoltorio, o lo profesional que presentes lo que ofreces. 

Como siempre, lo importante es el corazón. Si haces algo con el corazón, con ilusión, con ganas, atraerás lo que deseas, atraerás los recursos y las personas necesarias para conseguirlo. Aunque no sea perfecta tu presentación, ni tengas muchos recursos, o no utilices las mejores estrategias, si pones todo tu corazón en lo que haces, otras personas se sentirán atraídas por esa energía y querrán conocer por sí mismos esa experiencia que te llena de energía e ilusión.

Cuando te sientas con poca energía, cuando sientas que el cansancio se apodera de ti, física, mental o emocionalmente, tal vez sea el momento de recordar lo que te hacía sentir esa práctica o actividad que solías hacer en el pasado y que llenaba tu corazón. Tal vez tengas que preguntarte cuál es realmente el por qué, la razón por la que haces lo que estás haciendo en estos momentos, en tu trabajo, en tu tiempo libre, o con tu familia. ¿Por qué quieres hacer realmente el trabajo que haces? ¿Por qué estás haciendo ciertas cosas que te suponen más una carga que una satisfacción? ¿Por qué inviertes tu tiempo, el único recurso que es limitado y se agota a cada instante, en algo que no te ilusiona? ¿Cómo podrías sentirte mejor? ¿Qué es lo que quieres realmente hacer con tu vida? ¿Cómo te gustaría vivir este nuevo año que acaba de comenzar?...

Hay tantas preguntas que podíamos hacernos, y que muchas veces ni siquiera nos planteamos. Pero llega un momento en que no puedes seguir adelante, en que te falta energía, en que las cosas no mejoran. Llegado este punto es necesario parar y reflexionar. Sentir tu corazón. Escuchar a tu corazón. Y cuando tengas claro lo que te dice... ponte manos a la obra, actúa, no pierdas más el tiempo. Pon tu energía, tu ilusión y tu mirada en eso que realmente deseas en tu vida, en cómo deseas realmente vivir cada día. Enfócate en aquello que te emocione, que te motive a actuar, que te ilusione alcanzar. Recuerda que la clave del éxito es la energía.






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