Hay momentos en que todos nos sentimos agobiados. Se van
acumulando nuestras obligaciones y sentimos que no llegamos a todo: la familia,
el trabajo, la casa, los estudios, las finanzas, las compras, etc. Tal vez han
aumentado tus responsabilidades a nivel familiar o laboral, y por eso te
sientes agobiada, o incluso las noticias sobre la situación mundial son una
fuente de preocupación y te hacen sentir incapaz de llegar a todo.
Seguramente también conoces alguna persona que nunca se
siente agobiada, que parece tenerlo todo siempre bajo control, y no porque
tenga menos responsabilidades que tú, sino porque es capaz de manejar mejor su
estrés y sabe cómo organizar su tiempo. Tal vez hasta tenga más cosas que hacer
o de qué ocuparse, pero se la ve siempre tranquila y relajada, y acaba su día
habiendo hecho todo lo que tenía previsto. ¿Cuál es su secreto? Tal vez algo
tan sencillo como priorizar y delegar, unas habilidades que, entre otras, tú
también puedes aprender y aplicar en tu vida.
¿POR QUÉ TE AGOBIAS?
Normalmente, la
sensación de agobio aparece cuando tenemos ante nosotros algún acontecimiento
importante, ya sea inmediatamente o en un futuro cercano. Cambios importantes
en nuestra vida, como una boda, un nacimiento, un ascenso o una presentación en
el trabajo, nos pueden hacer sentir agobiados y sin espacio para ninguna otra
cosa. También podemos agobiarnos por una acumulación de pequeñas cosas, día
tras día, como la falta de ayuda en casa, o el aumento de responsabilidades en
el trabajo.
Pero, debemos tener en cuenta que, cuando nos agobiamos,
podemos estar creando un ciclo perjudicial y negativo para nuestra vida: Cuando
no somos capaces de llegar a todo lo que queremos, cuando no controlamos
nuestra situación, nos agobiamos. Y entonces nos estresamos y sentimos
ansiedad, lo que nos hacer ver las cosas mucho más grandes de lo que son en
realidad. Esto aún nos agobia más, y este ciclo negativo sigue y sigue. Para
poder romper este ciclo tenemos que parar, aunque sea un momento, para observar
nuestra situación con un poco de perspectiva, como desde fuera, tomando cierta
distancia, y ver qué podemos hacer con esa sensación de agobio para superarla.
¿CÓMO SUPERAR EL AGOBIO?
Aunque todos nos agobiamos en algún momento, algunas personas
lo llevan mucho mejor que otras, y lo superan fácilmente con algunas
estrategias para poder controlar sus emociones. Aquí tienes unos consejos para
no agobiarte:
1. CUESTIÓNATE LO QUE DAS POR HECHO
Todos damos por hecho
muchas cosas en nuestra vida, basándonos en nuestras experiencias pasadas, y ni
siquiera nos plantemos que puedan ser de otra manera, convirtiéndose así en
creencias en las que basamos nuestra forma de comportarnos y de vivir. Si eres
una persona que se siente con frecuencia agobiada sin una causa aparente,
deberías de cuestionarte lo que das por hecho en tu vida: “No se me dan bien
las relaciones”, “Las finanzas no son mi fuerte”, “Empiezo muchas cosas, pero
acabo muy pocas”, “Las cosas tienen que estar perfectas”, etc. Si dejas de
aceptar esas ideas arraigadas en ti, y te planteas otras opciones, puedes
liberarte de gran parte de la ansiedad y el agobio que sientes.
Cuando sientes el agobio de tener que hacer demasiadas cosas,
de no poder dejar nada para otro día, cuando no sabes cómo organizarte para
llegar a todo lo que quieres hacer, lo primero sería centrarte en tu
objetivo, en lo que quieres conseguir en último término. No importa si tu
tarea es conseguir poner en marcha tu empresa o llevarla al siguiente nivel, si
estás preparando una boda o intentando mejorar tu situación financiera,
céntrate en tu objetivo final, en lo que quieres conseguir, y cómo te vas a
sentir cuando lo consigas, y después busca la forma más práctica y sencilla de
llevarlo a cabo.
3. ESTABLECE PRIORIDADES
Si ya tienes claro
cuáles son tus objetivos, qué es lo que quieres conseguir, puedes recorrer el
camino hacia atrás, viendo cuáles son los pasos que tendrás que dar desde donde
estás ahora mismo hasta ese objetivo final, estableciendo así tus prioridades,
qué es lo esencial y más importante que tienes que hacer en cada momento para
poder conseguir tu objetivo. Sin perder de vista tu objetivo, y con la
inspiración de llegar a él, prioriza las acciones necesarias durante ese año,
esos meses, semanas, o simplemente para este día. De esta manera estás
diseñando una ruta clara y directa, estableciendo los pasos más importantes que
debes ir dando para llegar al final y conseguir el objetivo deseado. Cuando te
sientas agobiada, levanta la mirada, aunque sea por un instante, y mira más
allá de tus tareas inmediatas para inspirarte con el resultado final al que vas
a llegar y poder disfrutar.
4. DELEGA
Cuando sientas que te
estás agobiando, pregúntate “¿Realmente tengo que hacerlo yo?”. Ten en cuenta
que no estamos solos, que hay otras personas en nuestra vida, ya sea laboral o
familiar, con las que podemos contar para que nos ayuden. Una buena manera
de dejar de agobiarnos es convertir el “yo” en un “nosotros”. Además de
compartir la carga de trabajo, el simple hecho de contar con otras personas y
colaborar con ellas, puede ser una fuente de comunicación, desahogo, y
disfrute. Podemos pedir ayuda a un compañero de trabajo, contratar a algún
profesional para que haga lo que no dominamos, pedir a nuestra pareja que nos
eche una mano con las tareas de la casa, o pedirle a una amiga que nos ayude
con algunas compras. No tengas vergüenza de pedir ayuda, al contrario de lo que
podemos pensar, no es un signo de debilidad, estamos realmente mostrando
confianza en que otras personas pueden hacer un buen trabajo, y también que
sabemos organizar nuestras tareas, y nuestra vida, de una manera más eficiente.
5. NO BUSQUES LA PERFECCIÓN
A menudo nos
agobiamos porque queremos que las cosas sean perfectas, porque tenemos miedo a
sentirnos fracasadas si no conseguimos la perfección. Esa búsqueda incesante de
perfección, sobre todo en las personas más competitivas, nos puede llevar muy
fácilmente a sentirnos agobiadas por invertir mucho tiempo y esfuerzo sin
conseguir ese resultado perfecto que buscamos. Recuerda algo muy importante: “Mejor
hecho que perfecto”. ¿Cuántas veces no llegamos a llevar a cabo muchas cosas
porque no hemos conseguido estar totalmente satisfechas con lo que buscamos?
Normalmente, con el primer 20% de esfuerzo conseguimos el 80% del resultado que
deseamos. El 80% del tiempo que seguimos invirtiendo en esa misma tarea sólo
nos da a cambio un 20% adicional en el resultado final. ¿No crees que vale la
pena invertir nuestro esfuerzo de una manera más inteligente, práctica, y menos
agobiante?
6. CÚIDATE Y DESCANSA
Si quieres dejar de
agobiarte, es fundamental que te cuides y descanses lo suficiente. Cuando
forzamos demasiado “la máquina”, ya sea nuestra mente o nuestro cuerpo, acabamos
rindiendo mucho menos, o incluso teniendo algún problema, físico o mental, que
nos va a impedir seguir trabajando o poder ocuparnos durante un tiempo de lo
que quisiéramos hacer. Una forma de cuidarte es olvidarte del perfeccionismo,
pero también cuida tu cuerpo con una buena alimentación, ejercicio regular, y
un descanso suficiente. Vete unos días de vacaciones, tómate un día libre para
pasear por el campo sin obligaciones, o simplemente desconecta el móvil durante
unas horas y lee un libro que te guste. Esas pequeñas desconexiones van a
ayudarte a tener una mente más despejada y creativa y un cuerpo más capaz de
mantenerse activo y en forma cuando lo necesites.
7. MEDITA
Reserva un tiempo
cada día para estar contigo, para dejar descansar tu mente, para relajarte y
estar presente. Aunque sólo sean 10 o 15 minutos, incorpora un pequeño ritual
diario de atención, conciencia y agradecimiento, por ejemplo, al comenzar el
día, o al acabarlo, en el que puedes dejar ir todas tus obligaciones y
preocupaciones durante unos instantes y simplemente ser y sentir quien eres.
Ese espacio de calma diario te generará grandes beneficios, mejorando tu
concentración, creatividad, y toma de decisiones, además de mejorar también tu estado
anímico general.
8. AYUDA A OTROS
Aunque no lo creas,
una de las mejores cosas que puedes hacer para no sentirte agobiada es ayudar a
otros. Tal vez pienses que ya no te queda tiempo para ocuparte de nada más,
pero ayudar a otros seres, pueden ser personas o animales, te ayudará a
distanciarte de tus problemas habituales y tener una nueva perspectiva de la
vida y del mundo en que vivimos. Colaborar en una asociación benéfica o una
protectora de animales, hacer algún trabajo de voluntariado o colaborar en la
asociación de vecinos, pueden ser actividades que te ayuden a despejarte, a
valorar más lo que tienes, y a sentirte más satisfecha con tu vida.
Espero que estos consejos te ayuden a vivir sin agobios,
aprovechando cada día y disfrutando de lo que te presente la vida en cada
momento.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu colaboración.