Tu espacio de trabajo refleja el estado de tu interior, y
limpiar aclara la mente.
Si observamos las mesas de una oficina,
seguramente encontraremos bastantes diferencias según a quién pertenezcan. Unas
mesas estarán atiborradas de objetos, papeles y bolígrafos, mientras que otras
estarán ordenadas y con las cosas indispensables sobre ella. Normalmente, las
personas que tienen una mesa ordenada son las que rinden más en su trabajo,
consiguen más con menos esfuerzo. En cambio, las personas que tienen la mesa
siempre llena de cosas y con poco orden suelen estar siempre inquietas y les
cuesta concentrarse en las tareas que deben realizar.
Por eso, unos buenos
consejos que todos deberíamos de seguir son: “Ordena las cosas cuando estén
desordenadas”. “Limpia lo que esté sucio”. “Cuando acabes de trabajar, limpia
tu mesa y ordena tu espacio de trabajo”. Las personas que siguen estos consejos
tienen la mente más despejada y clara, y pueden centrarse completamente en su
trabajo y en las tareas que tienen que realizar sin distraerse.
Una costumbre oriental
en las artes marciales tradicionales es limpiar el dojo, el espacio de práctica,
antes de comenzar. Se limpia el suelo, aunque no esté sucio, porque el objetivo
no es que esté todo reluciente, sino pulir la mente a través de esa tarea de
limpiar y ordenar el espacio.
Esta misma costumbre la podemos adoptar en nuestro trabajo y
en nuestra casa, en el espacio en que vivimos. Si lo hacemos así, no dejaremos
que se acumulen las preocupaciones en nuestra mente, empañando nuestra visión, y
no nos angustiaremos sin necesidad. Si queremos tener una mente clara y
fuerte, lo primero que tenemos que hacer es ordenar el espacio que nos rodea.
Más abajo puedes dejar un comentario sobre lo que te ha parecido esta publicación y también sugerir algún tema sobre el que te gustaría leer en futuras publicaciones. Gracias por tu colaboración.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu colaboración.