Este es otro famoso eslogan sobre la
transformación de circunstancias difíciles: “Reduce
todas las culpas en una”. También es bastante contradictorio, parece
que es bastante al revés de nuestras tendencias habituales. Lo que está
diciendo es que, pase lo que pase, nunca culpes a nadie ni a nada, busca siempre
al culpable en ti mismo.
Aunque tampoco es exactamente que debamos
culparnos a nosotros mismos en el sentido ordinario. Sabemos perfectamente
cómo culparnos a nosotros mismos, de hecho lo hacemos bastante a menudo. Lo
hemos estado haciendo toda nuestra vida. No necesitamos ninguna consigna
para decirnos que hagamos esto. Pero claramente no es eso lo que quiere
decir este eslogan.
Reducir todas las culpas en una significa que no puedes culpar a nadie por lo que
sucede. Incluso si en realidad es culpa de alguien, realmente no puedes
culparlos. Algo sucedió, y como ya sucedió, no hay nada más que hacer que aprovechar
esa situación, utilizar esas circunstancias para seguir avanzando en nuestro
camino.
Todo lo que
sucede, por desastroso que sea y sin importar de quién sea la culpa, tiene un
beneficio en potencia, y tu trabajo es encontrarlo. Reducir todas las culpas en una significa que asumes
completamente la responsabilidad de todo lo que surja en tu vida.
Cuando nos encontramos en nuestra vida con
adversidades, en lugar de decir: “Esto es
muy malo, esto no es lo que quería, esto trae consigo muchos otros problemas”,
deberíamos preguntarnos: “¿Qué voy a
hacer con esto? ¿Qué puedo aprender de esto? ¿Cómo puedo usarlo para ayudarme
a recorrer el camino?” Estas son las preguntas que debemos hacernos, y
la respuesta depende completamente de ti. Más aún, puedes y debes
responderlas, tienes la fuerza y la capacidad para hacerlo, y está en tu
mano el aprovechar esta oportunidad para aprender y crecer. Reducir
todas las culpas en una es una práctica tremenda para eliminar el arraigado
hábito que tiene el ser humano de quejarse y quejarse, y encontrar en cambio la
fuerza y la sabiduría que hay en nosotros para convertir cada situación en parte
del camino. Estás aquí, y esto es
lo que hay. No hay otro lugar a donde ir, y no nos queda otra que seguir
avanzando hacia el momento siguiente. Repite este eslogan tantas veces
como sea necesario, aprovecha la situación que tienes ante ti, y sigue adelante
progresando en tu camino.
Más abajo puedes dejar un comentario sobre lo que te ha parecido esta publicación y también sugerir algún tema sobre el que te gustaría leer en futuras publicaciones. Gracias por tu colaboración.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu colaboración.