La meditación nos ayuda a conocernos
a nosotros mismos, nos descubre nuestras partes difíciles y nuestras partes
suaves, nuestra pasión, agresión, ignorancia y sabiduría.
La práctica
de la meditación nos da la confianza de que la sabiduría y la compasión que
necesitamos ya están dentro de nosotros. La razón por la que las personas dañan a otras
personas, la razón por la cual el planeta está contaminado y por la que a las
personas y los animales no les va muy bien hoy en día, es porque las personas
no se conocen a sí mismas, no confían en sí mismas o no se aman lo
suficiente. La técnica de meditación sentada de la permanencia apacible y
la visión superior es como una llave de oro que nos ayuda a conocernos a
nosotros mismos.
En esta
meditación, nos sentamos en posición vertical con las piernas cruzadas, o en
una silla, pero con la espalda erguida y los ojos abiertos. Las manos las
podemos dejar apoyadas sobre los muslos o recogidas sobre el regazo. Después,
simplemente prestamos atención a nuestra respiración a medida que sale el aire. Necesitamos
cierta precisión para estar ahí mismo atentos a la respiración. Por otro
lado, es extremadamente relajado y suave. Decir: "Permanece ahí con
la respiración mientras sale el aire" es lo mismo que decir: "Permanece
completamente presente". Quédate aquí con lo que sea que esté pasando
en este preciso momento. Aunque seamos conscientes de la respiración a
medida que sale, también podemos ser conscientes de otras cosas que suceden al
mismo tiempo: los sonidos de la calle, la luz que entra por las ventanas, el
aroma del incienso, etc. Estas cosas pueden captar un poco de nuestra
atención, pero no es necesario que nos absorban completamente. Podemos
seguir sentados aquí y conscientes de la respiración.
Pero estar
con la respiración es solo una parte de la técnica. Estos pensamientos que
atraviesan continuamente nuestra mente son la otra parte. Estamos aquí sentados
hablando con nosotros mismos. La instrucción te indica que, cuando te das
cuenta de que has estado pensando, simplemente lo etiquetas como "pensando". Cuando
tu mente se distrae, te dices a ti mismo: "Pensando". Ya sean tus
pensamientos violentos o apasionados, o están llenos de ignorancia y negación, o
bien sean pensamientos de preocupación o de miedo, pensamientos
espirituales o prácticos, pensamientos agradables o desagradables, pensamientos
reconfortantes o desalentadores, sean del tipo que sean, simplemente los
etiquetas a todos como "pensando" sin juzgarlos y sin rechazarlos,
con auténtica amabilidad.
La atención
que pones en la respiración es una atención ligera: se puede decir que solo pones
un 25 por ciento de tu conciencia en la respiración. No te estás aferrando
a ella ni fijando exclusivamente en ella. Estás abriéndote, dejando que la
respiración se mezcle con el espacio de la habitación, dejando que tu
respiración simplemente se funda con el espacio. Luego hay algo así como
una pausa, una brecha hasta que vuelva a darse la próxima
respiración. Mientras respiras, puede tener una sensación de abrirte y
esperar. Es como tocar el timbre y esperar que alguien
conteste. Luego vuelves a pulsar el timbre una vez más y esperas a que
alguien conteste. Entonces, probablemente, tu mente divague y te des
cuenta de que estás pensando nuevamente; en ese momento, vuelve a utilizar la
técnica del etiquetado.

Aunque podemos sentir vergüenza y
dolor, es muy curativo dejar de esconderse de uno mismo. Es curativo darte
cuenta de todas las formas en que te escondes y te escabulles, de todas las
formas en que te cierras, niegas, o criticas a otras personas, de todas tus
pequeñas rarezas. Puedes darte cuenta de todo eso con amabilidad y cierto
sentido del humor. Al conocerte a ti mismo, estás conociendo también a toda
la humanidad. Todos estamos en contra de esas cosas. Entonces, cuando te
des cuenta de que estás hablando contigo mismo, etiquétalo como "pensando"
y observa tu tono de voz. Que sea compasivo, amable y con humor. Entonces
estarás cambiando viejos patrones de conducta que son compartidos por toda la
raza humana. La compasión por los
demás comienza con la amabilidad hacia nosotros mismos.
Más abajo puedes dejar un comentario sobre lo que te ha parecido esta publicación y también sugerir algún tema sobre el que te gustaría leer en futuras publicaciones. Gracias por tu colaboración.
Fernando, eres espectacular ...... . Muy muy bien.
ResponderEliminar