Estar demasiado ocupados
nos hace perder la perspectiva y la esperanza. Cuando no queda espacio en tu
corazón, levantarte quince minutos antes puede ayudarte a recobrar la esperanza
perdida.
Cuando no tenemos tiempo, esa carencia
también afecta a nuestro corazón. Nos sentimos agobiados, y apenas sin pensar,
decimos de forma automática: “No tengo tiempo… estoy muy liado… tengo muchas
cosas que hacer”. Ese agobio que sentimos, esa sensación de estar superados por
las tareas pendientes, crea confusión en nuestra mente.
Pero, cuando nos sentimos así, ¿cuántas veces nos hemos parado a
comprobar si realmente estamos tan liados como pensamos? ¿Y si fuéramos
nosotros mismos los que nos estamos agobiando, obligándonos a ir más deprisa
cuando tal vez no sea necesario?
“Perder el corazón” podría ser otro
significado de estar ocupado, tal y como reflejan los kanjis de esa palabra en
japonés. No es que nos falte tiempo para hacer todo lo que tenemos pendiente, y
eso sea lo que nos mantiene ocupados constantemente. Lo que nos ocurre
realmente es que nos hemos quedado sin espacio en el corazón.
Cuando te sientas perdido, agobiado, confundido, y sientas el caos
fuera o dentro de ti, prueba a despertarte quince minutos antes de lo que sueles
hacer normalmente. Desperézate estirando los brazos y piernas, y bosteza
mientras estiras todo el cuerpo. Respira lentamente unas cuantas veces, sintiendo
cómo entra y sale el aire desde lo más profundo de tu abdomen. Cuando te
acostumbres a esa respiración profunda y lenta, tu mente estará más en calma, y
habrás sincronizado cuerpo y mente.
Después, cuando tomes tu café, saboréalo
con tranquilidad, disfruta de su fragancia y, si puedes, sal al jardín o mira
por la ventana, levanta tu mirada hacia el cielo dejando que tu corazón conecte
con ese inmenso espacio que hay sobre ti. Siente la brisa en tu piel, o los
rayos de sol que te acarician. Escucha a los pájaros cantar, y el rumor de las
hojas de los árboles al moverse con el viento. O simplemente, escucha el
silencio, que de cuando en cuando, se abre paso entre los diferentes sonidos
que te rodean. No es necesario que hagas nada especial. Aunque parezca demasiado
simple, de esta manera tan sencilla estás creando espacio en tu mente y
en tu corazón.
Algo tan sencillo como despertarte unos minutos antes de lo habitual
puede librarte “mágicamente” del agobio de estar demasiado ocupado. Al crear espacio en tu corazón, puedes
ocuparte realmente de lo que sea necesario hacer, pero sin sentirte desbordado
por una prisa innecesaria.
Más abajo puedes dejar un comentario sobre lo que te ha parecido esta publicación y también sugerir algún tema sobre el que te gustaría leer en futuras publicaciones. Gracias por tu colaboración.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu colaboración.