LAVARTE LAS MANOS: UNA PRÁCTICA DE CONCIENCIA


Con el simple acto de lavarte las manos estás cuidando de ti mismo y del mundo que te rodea. Transforma ese acto en una práctica de conciencia.

Podemos considerar el simple acto de lavarnos las manos como una oportunidad para cultivar la atención plena (mindfulness) y practicar la bondad amorosa.

Imagina que se te ha caído la salsa de tomate y te has manchado las manos al intentar impedirlo. Tienes las dos manos completamente cubiertas de salsa de tomate y no quieres mancharte la camisa blanca que llevas puesta. El tiempo que vas a necesitar para lavar cuidadosamente toda la salsa de tus manos es el tiempo que se nos pide que nos lavemos las manos varias veces al día en este momento. Entonces, pensemos ahora ¿durante cuánto tiempo, pero, sobre todo, con qué espíritu, con qué actitud, lo estamos haciendo? ¿Nos lavamos distraídamente, intentando acabar rápidamente para hacer otra cosa? ¿O podemos ver este acto como una oportunidad para cultivar y fortalecer nuestra práctica de atención plena y bondad hacia los demás?

Cuando vayamos a lavarnos las manos, podemos colocar las manos sobre el lavabo y simplemente sentir los pies sobre el suelo. Conectando con la tierra en el momento presente, aquí y ahora, somos conscientes de cómo abrimos el grifo, de cómo nos mojamos las manos, de cómo nos ponemos el jabón en las manos y de cómo aparece la espuma al frotarnos las manos, prestamos atención a cómo nos limpiamos entre los dedos, alrededor de las uñas y también los pulgares. Mientras estás haciendo esto, te das cuenta de que cuando estás tan presente y atento, eso es atención plena. Eso es lavarse las manos con atención y conciencia.

A través de este simple acto, te mantendrás a salvo y también estarás cuidando de tu mundo, el mundo que necesita nuestra atención y nuestra conciencia en este momento. Estamos todos juntos en esto. Es bueno que, cada vez que tengamos la oportunidad, nos expandamos más allá de nuestra identidad propia y limitada para incluir más a los demás, y al mundo que nos rodea, en nuestros corazones. Podemos entrenar nuestros corazones para que vayan en esa dirección de inclusión, de amabilidad y de aprecio por la vida. Y lavarnos las manos de una manera consciente en este preciso momento puede ser un gran gesto de cuidado y amor hacia toda la humanidad.




 Más abajo puedes dejar un comentario sobre lo que te ha parecido esta publicación y también sugerir algún tema sobre el que te gustaría leer en futuras publicaciones. Gracias por tu colaboración.





Comentarios