No hay fenómenos sin error, de igual forma
que no hay mente sin construcciones mentales
La mente construye
relacionando y comparando unos fenómenos con otros, etiqueta ciertos fenómenos
como erróneos o equivocados comparándolos con otros que ha establecido como “correctos”,
usándolos así como referencia para sus posteriores construcciones. Por eso, cuando
se abandonan las comparaciones, desaparecen los fenómenos.
Cuando desaparecen las construcciones
de la mente, la propia mente se disuelve, porque se vuelve transparente, se
vuelve invisible, igual que el agua tranquila del estanque. La ausencia de movimientos mentales, de
creaciones, hace disolverse o desaparecer a la mente en su propia tranquilidad
y transparencia.
La no-mente es totalmente
transparente, está completamente en calma y ha dejado de existir como una
entidad separada, ha desaparecido para dejar ver a su través la realidad de las
cosas tal y como son. La auténtica
naturaleza de las cosas se hace evidente a la no-mente, igual que podemos ver el
fondo del estanque gracias a la transparencia del agua que está totalmente en
calma.
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