La mente unificada deja de construir,
es entonces cuando no hay ningún error en los infinitos fenómenos que se
manifiestan.
Los
conceptos de “correcto” y “equivocado” son creaciones de la mente dualista. Por
eso, cuando la mente se unifica con la unidad fundamental del universo y con
todos los fenómenos, deja de construir y percibe directamente los fenómenos,
superando los conceptos de “bien” y de “mal”, de “correcto” e “incorrecto”.
El camino es perfecto en sí mismo, con todos los fenómenos
que se manifiestan a lo largo de él, porque no puede ser comprendido ni
recorrido apoyándonos en los conceptos de “bueno” y “malo”. Es perfecto porque no se ve afectado
por las construcciones mentales ni por los conceptos dualistas.
Cuando la mente
se unifica con su propia naturaleza no-dual percibe también esa naturaleza
no-dual de todos los fenómenos que se manifiestan en el universo. Ve con
claridad que su no dualidad es la misma no dualidad de los infinitos fenómenos.
La mente unificada percibe que la
naturaleza de los infinitos fenómenos es su propia naturaleza. De esta
forma, la mente se unifica con ella misma y con los infinitos fenómenos y
manifestaciones del universo.
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