UNA LLAMADA A LA ACCIÓN


La práctica y la sabiduría del guerrero se pueden aplicar activamente en la sociedad.
Si no hacemos algo al respecto, la ciencia y la tecnología van a seguir manteniendo la guerra, el racismo y la destrucción del medio ambiente. La sabiduría y la compasión pueden ayudarnos a disipar la ilusión de separación que alimenta el consumismo global, la codicia, el miedo, y la ignorancia, al hacernos comprender que todo es interdependiente. Cada uno de nosotros debemos encontrar la manera en que podemos contribuir a este cambio tan necesario con nuestra práctica y nuestras capacidades.

La meditación es una práctica importante para conseguir este cambio en la sociedad. Pero no es suficiente retirarnos a meditar en las montañas, debemos poner en acción esa meditación para que realmente afecte a nuestro mundo. Las enseñanzas guerreras sobre la generosidad, la virtud, la bondad, y la sabiduría, no tienen ninguna tendencia política, no pertenecen a ninguna ideología, y pueden ser practicadas por cualquier persona. Estas enseñanzas acogen a todos y animan a todas las personas a despertar juntas.
En la actualidad hay infinidad de personas, que se reúnen en diferentes organizaciones y grupos, que están comprometidas con acciones pacifistas, la enseñanza a los desfavorecidos, la repoblación forestal, y causas similares que, de alguna manera, están poniendo en acción esa compasión de la que se habla en las enseñanzas.
El espíritu del guerrero se manifiesta por todo el mundo en las diferentes personas que están comprometidas con diferentes formas de servicio a los demás. Por ejemplo, ante grandes catástrofes naturales siempre hay personas que entregan desinteresadamente su tiempo y su esfuerzo para ayudar a otros, y sus acciones motivan a otros a colaborar también de alguna manera: desde recaudar fondos hasta dando a conocer las necesidades de esas personas a través de los medios de comunicación para concienciar a la gente, siempre hay alguna manera de ayudar.
Pero, ¿cómo puedes hacer este trabajo de servicio con el espíritu de tu práctica? Como guerrero, la primera tarea es hacer de tu propio corazón una zona de paz. En lugar de enredarte con el dolor o el cinismo que hay a tu alrededor, tienes que enfrentarte a tus propios miedos, a tus propios sufrimientos, y transformarlos en compasión. Solo así podrás ofrecer una auténtica ayuda al mundo exterior. Todos llevamos sombras en nuestro interior, pero no tenemos por qué proyectarlas sobre el mundo. En lugar de eso podemos transformar esas sombras dentro de nosotros, convirtiéndolas en combustible para que arda más brillante el fuego que hay en nuestro corazón.
Encuentra una manera de calmar tu mente y abrir tu corazón. Medita, apaga las noticias, pon música clásica, camina entre los árboles o las montañas, y conviértete en una zona de paz y compasión. Puedes dejarte arrastrar por una sociedad atemorizada y levantar barricadas, o puedes responder con calma, tanto con una acción prudente como con un corazón firme e intrépido. Con que tan solo una persona de un grupo se mantenga en calma puede ser suficiente para evitar el pánico y el caos en el grupo, puede mostrarles a todos el camino para sobrevivir.
Todos estamos en el mismo barco, vivimos en un mundo en el que todos estamos interconectados. Al relacionarnos correctamente con los demás, al hablar correctamente, al actuar correctamente, y al ganarnos la vida de una manera correcta, estamos recorriendo el camino hacia el despertar, estamos manifestando nuestro corazón despierto. En la vida, todo está relacionado de alguna manera, la política, la espiritualidad, la forma en que vivimos, todo se influye mutuamente.
Cuando te sientes y te mantengas en silencio, descubrirás lo que realmente necesita el mundo. Los maestros guerreros enseñan que la paz interior crece a partir de la atención plena, la compasión y el respeto. Para tener una sociedad consciente y sana se necesitan esas mismas cualidades. Cuando una sociedad se une para tomar decisiones en armonía, cuando honra a sus mayores y las formas sabias que han establecido, cuando cuida a sus miembros más vulnerables, y cuando respeta el medio ambiente y escucha a sus ciudadanos, es de esperar que prosperará y no declinará.
Con un corazón tranquilo, puedes mirar y ver cómo la sociedad trata a sus miembros más vulnerables y si actúa de manera que fomenta la codicia, el odio, el miedo y la ignorancia. Puedes comenzar a descubrir lo que puedes hacer a nivel nacional e internacional para apoyar la generosidad y el respeto, para minimizar la violencia y para acabar con el racismo y la explotación. Una vez que lo hayas visto claramente, puedes dedicarte a ayudar a crear una sociedad sabia y compasiva. Así es cómo actúa un guerrero. Es como ajustar la brújula de tu corazón para darle un rumbo correcto a tu vida, tu dedicación expresa tus valores más profundos y hacia dónde te diriges. Si estableces una intención a largo plazo, eso te fortalecerá, independientemente de quién gane las elecciones o que los gobiernos cambien. Llevar a la acción tu intención se convertirá en tu forma de practicar.
Todo requiere tiempo para cambiar y renovarse, seguramente más del que quisiéramos o del que disponemos como individuos. Si llegar a la situación actual de sufrimiento mundial, no sólo de los seres vivos sino de todo el planeta, nos ha costado unos quinientos años, no podemos esperar solucionarlo en menos tiempo. Debemos tener paciencia y determinación para continuar poniendo en acción nuestra intención, aunque no podamos ver sus efectos inmediatamente. Reconstruir y sanar nuestro mundo es una tarea a muy largo plazo, pero que se lleva a cabo con muchas pequeñas acciones.
Sentado en silencio, viendo las cosas con claridad, puedes preguntarte, ¿cuál es mi misión? ¿qué puedo hacer como portador de sabiduría, como guerrero, para contribuir de la mejor manera a nuestro mundo en estos tiempos? Puede ser informar a otras personas para que sean más conscientes al votar, trabajar en algún ámbito de la política, o hablar y hacer que tu visión sea escuchada en tu comunidad o en el gobierno local. Puede ser plantar un jardín orgánico, crear un negocio consciente, o plasmar en alguna forma de arte lo que quieres comunicar a los demás. Como practicante contemplativo, ya estás involucrado en un cambio radical; Como activista, tienes que encontrar una manera de ofrecer tu práctica a la sociedad y capacitar a quienes te rodean.
Las enseñanzas guerreras nos animan a actuar. No tengas dudas de que tus buenas acciones darán fruto. No hace falta ser alguien especial, o tener unas cualidades excepcionales, cualquier persona puede lograr un cambio en su mundo, si realmente se esfuerza en llevar a la acción su intención sincera de ayudar a los demás con ilusión y perseverancia.
¿Cuál va a ser tu próxima acción?

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