Mientras no nos quememos y nos rindamos, podemos
realmente cambiar el mundo.
Todo está que arde. En
la actualidad el odio y la desesperación van en aumento sin cesar. Hay miedo de
que la democracia, un sistema que nunca ha sido perfecto, sea eclipsada por el
totalitarismo y el fascismo. Ya sea que te identifiques como un activista por
la justicia social o no, si estás vivo estás actuando en el mundo, y tus
pensamientos y acciones tienen consecuencias. ¿Cómo podemos actuar a largo
plazo en consonancia con nuestros valores espirituales?
Si nos sentimos
nerviosos, enfadados y temerosos, necesitamos cuidarnos bien, así que tenemos
que descansar y cambiar de velocidad, guerreros, porque esta época conflictiva
no va a terminar pronto. Hablamos de meditación, estudio y cantos como la
“práctica” del guerrero. Y, precisamente, hemos estado practicando para este
momento. A continuación tienes unos consejos que te pueden ser útiles para
seguir adelante:
Aclara y refuerza tu intención y propósito
¿Sabes cuál es tu
verdadera llamada, tu intención más profunda, la razón más fuerte que te ayuda
a vivir cada día y a resistir cuando te sientes agobiado y a punto de
desmoronarte? Puede ser tu compromiso por ayudar a los demás o puede ser cualquier otra
cosa. Sea lo que sea “eso”, tiene que convertirse en parte de ti, tiene que ser
la médula de tus huesos. Tiene que ser lo primero en tu mente cuando te
levantas y lo último en tu corazón cuando te vas a dormir. Los guerreros mantienen sus compromisos y promesas, y los compromisos
y promesas ayudan a los guerreros a levantarse cuando caen.
Simplemente pasar por
la vida y tener la esperanza de morir sin demasiado dolor no es bastante, y si
te sientes caer en una espiral de depresión busca ayuda. Debemos recordarnos
diariamente que miles y miles de personas han recorrido antes que nosotros el
camino del guerrero, el camino de la acción compasiva, con gran propósito y
determinación, mientras que muchos gobiernos han surgido, gobernado, y
desaparecido. Recorrer el camino del guerrero es algo completamente humano y
posible. Podemos hacerlo.
Conecta con la sensación corporal de estar vivo

Con el caos político
actual, casi siempre sentimos como ilógico aminorar la velocidad, dejarnos
sentir el cuerpo, conectar tranquilamente con algo tan aparentemente obvio como
la sensación de nuestro peso al sentarnos en una silla o el aire de nuestra
respiración entrando y saliendo de nuestro cuerpo. Pero necesitamos empezar a cultivar
cierta sensación de confianza fundamental en que el hecho de estar vivo
significa que todo no se acaba con el desánimo. La transitoriedad significa que
las cosas pueden mejorar, y que nosotros tenemos la capacidad de intervenir en
ese cambio. Las limitaciones son reales,
pero igualmente real es la liberación.
Sé creativo, y después sé más creativo

Se dice que la
creatividad es lo opuesto al trauma. Cuando estamos bloqueados en la
desesperanza, nuestro discurso interno probablemente se vuelve más sólido e
intrincado. Crear conscientemente espacio para que nazca algo nuevo es, sin
lugar a dudas, un acto de sanación y de resistencia ante los sistemas de
opresión.
En su camino, algunos
guerreros se quedan atascados expresando las mismas insatisfacciones una y otra
vez. Es hermoso poder ver, cuando se toman el tiempo de cuidarse, como surge
una nueva canción, cocinan algo nuevo, hacen un dibujo, o escriben un poema. Cuando se aporta algo nuevo al mundo surge la
alegría.
Sé estratégico, y después sé más estratégico

Recuerda que no tiene que ser perfecto
Es posible que
despertemos por la mañana con ansiedad y tristeza, al recordar, por ejemplo,
las imágenes que vimos la noche anterior de niños llorando al ser separados de
sus padres. En esos momentos, podemos recordarnos que no es necesario esperar
el momento perfecto, cuando venga el maestro o el líder perfecto con las
perfectas enseñanzas y estrategias liberadoras.
Si es efectivo lo que
hacemos, no es necesario que sea perfecto, inmaculado, o sereno. Por tanto, aprendices de guerrero,
pensemos lo que tenemos que hacer, lo que tenemos la capacidad de hacer, y lo
que necesitamos hacer como entrenamiento, apoyo, o inspiración. Vamos a por lo que necesitemos y pongámonos
a trabajar, porque, seguro que podemos hacerlo.
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