GRITO GRANDE, ECO GRANDE


Se necesita una práctica intensiva de meditación para disolver nuestros patrones habituales de conducta y descubrir la naturaleza despierta que hay bajo ellos.

Es importante para el futuro tener guerreros que hayan practicado de forma intensa y profunda. Hay un antiguo dicho que dice así: “Grito grande, eco grande; grito pequeño, eco pequeño”. El grito grande no surge de las bonitas apariencias, del dinero, o de tener un lugar prominente en la sociedad, surge de una práctica auténtica.

En cualquier práctica espiritual, es fundamental saber realmente por qué estás haciéndola. Después, si tienes una comprensión inteligente de la práctica y del porqué estás haciéndola, serás capaz de mantener el gran esfuerzo continuo que lleva a una experiencia profunda.

Una práctica formal prolongada te da la oportunidad de examinar tu mente y ver sus patrones repetitivos. Cuánto más tiempo meditas, más consciente eres de la parte de tu cerebro que está programado por las experiencias pasadas: tus gustos, rechazos, miedos, y apegos. Nuestra mente clara está oscurecida por los velos de esos patrones.

El problema es que, normalmente, no nos damos cuenta de que la fuerza de nuestros hábitos nos está controlando la mayor parte del tiempo. Pero cuando meditas lo suficiente, puedes liberarte de esos molestos pasajeros del asiento trasero y ponerte realmente a conducir tu vida. Puedes abandonar tus visiones contaminadas y ver lo que realmente está sucediendo. Entonces, tu intuición innata, tu honestidad, y tu compasión saldrán a la superficie.

Cuando haces un largo retiro de meditación, la práctica es la misma, día tras día. La rutina diaria, con sus recitaciones, saludos, y sesiones de meditación, te ayuda a aclarar tu mente, y conforme sigues con tu práctica, empiezas a ver cómo te han estado controlando tus hábitos desde el asiento trasero. Al ver tus pensamientos habituales empiezas a preguntarte “¿Qué está pasando aquí realmente?”. Simplemente mirando, simplemente escuchando, tu mente está relajada pero alerta. Eres capaz de soltar las ideas preconcebidas, te sientes con más claridad, y con esa claridad aparece el deseo de ayudar a los demás.

Los retiros de meditación prolongados te dan la oportunidad de observar cómo cambian tus ideas y sentimientos a lo largo del tiempo. Tal vez te sientas incómodo y protestando en tu mente por el mal tiempo, hasta que te des cuenta que a tu alrededor todo está bien, que tú eres el único que tiene un problema con el frío o la lluvia. Aunque parezca algo sencillo y obvio, ese darse cuenta puede impactarte como un rayo, haciéndote apreciar profundamente que tienes todo lo que necesitas, y que es sólo tu mente la que necesita un cambio, y no el tiempo o el mundo que te rodea. Estas profundas comprensiones intuitivas se pueden dar gracias a un periodo de práctica prolongado, al repetir continuamente las formas, día tras día. Una práctica fuerte lleva a una mente fuerte y agradecida.

En retiros grupales de meditación, la presencia silenciosa de los demás es inspiradora y te ayuda. Se crea cierta intimidad en un largo retiro en grupo. No es algo personal, ya que no se habla o ni siquiera hay contacto visual, pero la gente acaba sintiéndose unida entre sí. Esa conexión sincera es agradable y nos ayuda.

Hacer un retiro con otras personas también te da muchas oportunidades para ver las creaciones de tu mente, soltarlas, y volver al momento presente. Por ejemplo, si juzgas el comportamiento de alguien como inadecuado, eso se convierte en una oportunidad para observar tu mente enjuiciadora y sentir lo inútil que es.

Los largos retiros en soledad son más sencillos, porque no hay más personas a tu alrededor creando distracciones o molestando a tu mente. Pero cuando estás meditando solo, todo el asunto depende de ti, no hay nadie más a quien culpar.

El desafío en los retiros en solitario es tener la honestidad de cumplir tu horario, porque no hay nadie más responsable de que lo mantengas. Pero ser capaz de mantener el horario en un largo retiro en solitario te ayuda a tener más confianza en ti mismo.

Establecer el horario de un retiro en solitario debe hacerse en colaboración con tu maestro, porque cada persona es diferente y puede tener diferentes necesidades. Unas personas pueden necesitar más tiempo meditando sentados, y otras en cambio más prácticas físicas, mantras o cánticos. En cualquier caso, la cuestión no es la forma, sino encontrar tu verdadera naturaleza, tu ilimitado ser y recorrer el camino del guerrero de una manera auténtica y honesta.

Podemos pensar que este mundo está completamente podrido, si observamos la envidia, la ira, y la ignorancia que provocan las guerras, los políticos corruptos, el cambio climático, etc. Pero lo bueno de estar podrido es que las partes podridas dan lugar a nueva vida. La madera podrida se convierte en nutritiva tierra. Las frutas podridas ofrecen sus semillas a la tierra. Es la rueda sin fin de vida y muerte. Así que, si el mundo está podrido, ¿en qué podemos confiar? ¿Cuál es nuestro lugar en este mundo? ¿Quién somos? Estas preguntas son nuestros regalos. Date todo el tiempo que necesites en un entorno nutritivo para responderlas.

Es muy difícil que una persona encuentre por sí misma el camino del guerrero sin la ayuda de un buen maestro y de una fuerte comunidad. Pero igualmente, una comunidad no puede sobrevivir si depende únicamente de su maestro para mantener las enseñanzas y la integridad de la comunidad. En otras palabras, un maestro no es un buen maestro hasta que sus estudiantes puedan mantenerse en pie por sí mismos, e incluso superar las habilidades de su maestro. Igual que el cemento de los cimientos de un edificio debe reforzarse con forja de acero, una comunidad debe edificarse a sí misma con una fuerte práctica que traspase las trampas como el dogma, el poder mal utilizado, y el apego a las formas y estilos.

Las comunidades de guerreros deben programar y ofrecer de forma regular retiros prolongados. Los maestros deben observar los esfuerzos de sus estudiantes y también observarse a sí mismos. Se dice que “es muy fácil alcanzar el despertar, pero muy difícil mantenerlo”. Debemos que tener cuidado y mirar donde pisamos. Nunca debemos olvidar que necesitamos valor, confianza, y cuestionarnos las cosas. Debemos soltar todas las ideas preconcebidas y entrar en cada momento con una mente totalmente abierta. Debemos dar un gran grito de corazón, para obtener un gran eco de la vida como respuesta.



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