LA FELICIDAD DE AYUDAR A OTROS



Tú no estás separado del resto del mundo, al ser amable con otros, también estás siendo amable contigo mismo.

Hay muchas formas de llevar a la práctica los principios guerreros, y puede variar de una persona a otra. Algunas personas pueden renunciar totalmente a la vida mundana y escoger el camino del guerrero solitario, viviendo como un ermitaño, y empleando todo su tiempo y energía en meditar y hacer sus prácticas personales. Otros llevan a cabo su práctica al tiempo que mantienen una vida convencional en el mundo. No debemos de pensar, equivocadamente, que la práctica del guerrero se debe posponer hasta que encontremos en el futuro un tiempo específico para llevarla a cabo, si no que debe integrarse en la vida de uno ahora mismo.

La esencia es vivir la vida conforme a los nobles principios del guerrero y darle así una dirección y un propósito a nuestra vida. Si podemos mantener estar perspectiva, las prácticas guerreras no solamente serán beneficiosas para uno mismo como individuo, sino que también contribuirán a mejorar la comunidad en la que vivimos.

En general, el altruismo es la auténtica fuente de beneficio y felicidad en este mundo. Si hubiéramos nacido en un ámbito de existencia en el que el desarrollo del altruismo no fuera posible, estaríamos en una situación mucho más desesperada, lo que, afortunadamente, no es nuestro caso. Como seres humanos tenemos todas las facultades necesarias para el desarrollo espiritual, entre ellas la más preciosa de todas: el cerebro humano.

Es muy importante que no malgastemos la gran oportunidad que nos ofrece el hecho de ser humanos, porque el tiempo es un fenómeno fugaz que no espera a nadie. La naturaleza de las cosas es pasar por un proceso de cambio y desintegración. Es, por tanto, una cuestión de la mayor importancia que le demos sentido a nuestra vida humana en este momento.

De la misma manera que cada uno tiene el derecho natural de trabajar para su propia felicidad, lo tienen igualmente todos los seres. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre uno mismo y los demás? La única diferencia es que cuando uno habla de sus propios asuntos, sin importar lo importante que uno pueda ser, uno se preocupa de una sola persona, mientras que los asuntos de los demás conciernen al bienestar de innumerables seres vivos. La diferencia entre estas dos preocupaciones reside en la cantidad.

Además, si uno fuera totalmente independiente de los demás y sin ninguna relación con ellos, entonces la indiferencia por su bienestar sería comprensible, pero este no es el caso. Todos los seres vivos sobreviven dependiendo unos de otros, incluso las experiencias de felicidad y sufrimiento de uno surgen en relación con la interacción con los demás. La dependencia de uno con los demás no se limita solamente a la supervivencia del día a día, todo el desarrollo espiritual de uno mismo también depende de los demás. Solamente relacionándonos con los demás puede uno cultivar cualidades tan humanas como la compasión universal, el amor, la tolerancia, la generosidad, etc. Incluso las nobles actividades de los seres despiertos surgen porque hay otros seres para los que trabajar. Si uno piensa en estos términos, encontrará que trabajar para el propio beneficio, descuidando totalmente el bienestar de los demás, es muy egoísta e injusto. Cuando uno compara el propio bienestar con el de los otros innumerables seres, se da cuenta que el bienestar de los demás es mucho más importante, y por tanto abandonar los beneficios de una sola persona por el bien de los otros es un acto justo y honesto. Al contrario, sacrificar el bienestar de muchos por el beneficio de uno no es solamente el acto más injusto sino también el más estúpido.

Llegados a este punto, cuando tenemos la inteligencia para juzgar entre lo correcto y lo equivocado, y nos inspiran los grandes guerreros del pasado, deberíamos intentar de todas las maneras posibles darle la vuelta a nuestra perspectiva egocéntrica habitual. Nuestra actitud ante nuestro propio bienestar debería ser la de abrirnos completamente al servicio de los demás, de tal manera que ni siquiera tengamos un ligero sentido de posesión con nuestras pertenencias o nuestro ser. Esta es la gran oportunidad que tenemos ahora.



Más abajo puedes dejar un comentario sobre lo que te ha parecido esta publicación y también sugerir algún tema sobre el que te gustaría leer en futuras publicaciones. Gracias por tu colaboración.



Comentarios