CAMBIA LA PERSPECTIVA DE TUS DISCUSIONES


Para reducir los malentendidos y las interpretaciones erróneas, invita en tus discusiones al observador imaginario.

Como todos sabemos, peleas y discusiones puede introducir mucha negatividad en las relaciones de pareja, y en cualquier relación humana, ya que las críticas y acusaciones de una parte pueden provocar como respuesta en la otra persona actitudes defensivas y enfados. Estos enfrentamientos pueden deteriorar la relación afectando incluso a la salud mental y física.

Durante las discusiones, parte de nuestro dolor emocional viene de las valoraciones que hacemos de los comportamientos e intenciones de nuestra pareja, pero esas valoraciones no siempre son correctas.

La técnica de la “revaluación emocional” puede ayudarnos a reinterpretar acontecimientos con una carga emocional de una manera más adecuada, positiva, y constructiva. Por ejemplo, podemos sentir que una pareja que cancela repetidamente una cena no nos respeta, pero también podemos recordar que ahora tiene una sobrecarga de trabajo y que nos muestra respeto y consideración de otras formas.

Cuando experimentamos un conflicto con otros, normalmente tomamos una perspectiva en primera persona, preocupados por nuestros propios pensamientos, sentimientos, y valores. La práctica llamada “Cambiar la perspectiva de una discusión” nos invita a adoptar la perspectiva de un observardor externo que ve los puntos de vista de ambas partes y que quiere encontrar la mejor solución para los dos.

Por supuesto que no queremos usar esta práctica para excusar o racionalizar un comportamiento inaceptable. Pero, en el contexto de una relación de pareja saludable y normal, puede ayudar a reducir los sentimientos negativos, a crear conexión y empatía, y en último término a mejorar la relación.

CÓMO PRACTICAR

Es fácil quedarte enredado en tu propia cabeza cuando discutes con tu pareja. Este ejercicio te ayudará a cambiar de perspectiva sobre tus sentimientos durante un conflicto. Puedes hacer la práctica formal durante 15 minutos repetidas veces a lo largo del año. Así podrás utilizar la habilidad de cambiar de perspectiva que has desarrollado en la práctica en cualquier conflicto que surja con tu pareja.

Primero, piensa en una discusión importante que hayas tenido con tu pareja en los últimos cuatro meses, y en el disgusto que sigue causándote. Después, sigue los pasos siguientes:

1. Piensa en esa discusión con tu pareja desde la perspectiva de una tercera persona que quiere lo mejor para ambas partes, una persona que ve las cosas desde un punto de vista neutral. ¿Qué pensaría esta persona sobre la discusión? ¿Cómo vería el comportamiento y la perspectiva de tu pareja? ¿Cómo encontraría algo bueno que saliera de ella? (Contempla y busca las respuestas durante unos 5 minutos)

2. Algunas personas encuentran útil tomar esta perspectiva de tercera persona durante sus interacciones con su pareja. Sin embargo, a casi todas les parece un gran desafío tomar esta perspectiva de tercera persona en todas las ocasiones.

En la relación con tu pareja, especialmente cuando estás teniendo una discusión ¿con qué obstáculos te encuentras al intentar tomar esta perspectiva de tercera persona? ¿Qué te podría ayudar a superarlos? Por ejemplo, si te das cuenta que estás atrapado en el ardor del momento, podría ayudarte hacer una pausa y respirar profundamente. (Contempla y busca las respuestas durante unos 5 minutos)

3. A pesar de los obstáculos para tomar una perspectiva de tercera persona, se puede conseguir. Durante los próximos cuatro meses, haz todo lo que puedas para tomar esta perspectiva externa durante las interacciones con tu pareja, especialmente durante las discusiones.

¿Cómo puedes conseguir más fácilmente tomar esta perspectiva en las interacciones con tu pareja durante los próximos cuatro meses? ¿Cómo puede tomar esta perspectiva ayudarte a sacar lo mejor de las discusiones en tu relación? (Contempla y busca las respuestas durante unos 5 minutos)

Permite que estas reflexiones influyan en tus interacciones con tu pareja durante los próximos meses.


EVIDENCIAS DE QUE LA PRÁCTICA FUNCIONA

En 2013, un estudio de Finkel, Slotter, Luchies, Walton, y Gross, publicado en Psychological Science, encontró que una breve intervención para ayudar en la resolución de conflictos mantenía la calidad de las relaciones maritales.

Un grupo de parejas practicaron “Cambiar la perspectiva de una discusión” cada cuatro meses durante un año. En el año anterior al experimento, habían experimentado un declive en su relación de pareja: su sensación de satisfacción, amor, intimidad, confianza, pasión y compromiso había disminuido en su relación. Pero, en cuanto empezaron a practicar, se detuvo el declive de su relación, mientras que continuó empeorando en el grupo de control que no hizo la práctica. Estos beneficios se debían en parte a la reducción del desasosiego que sentían por el conflicto.


POR QUÉ FUNCIONA

La investigación sugiere que, cuando hacemos esta práctica, reducimos el enfado y la angustia que sentimos en nuestra relación. En lugar de responder desde la indignación o el dolor, podemos actuar desde el deseo de ver a nuestra pareja, y a nosotros mismos, felices y conectados. El resultado es menos conflictos, más comprensión mutua y empatía, y una mejor relación. Reflexionar por adelantado sobre cómo aplicar estas estrategias, y qué obstáculos podemos encontrar, nos ayuda a tener más éxito cambiando de perspectiva en nuestras discusiones y, por tanto, a mejorar nuestras relaciones.


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