TRES ENSEÑANZAS PARA TI


Las enseñanzas guerreras son fascinantes. No suelen parecer algo especial, nunca son complicadas. Pueden parecer tan ordinarias que ni siquiera las escuchemos o las tengamos en cuenta. Pero, como semillas, penetran dentro de nosotros y un día florecerán desplegándose completamente en nuestra vida. Sólo entonces seremos capaces de apreciarlas. A continuación encontrarás tres de estas enseñanzas que espero florezcan un día en ti:


1.No te engañes

Podemos haber escuchado ya muchas veces que debemos “evitar mentir”, y en las primeras etapas de nuestra práctica podemos interpretarlo como algo dualista queriendo decir que no mintamos a los demás. Pero, en realidad, cada vez que mentimos nos mentimos a nosotros mismos, y ¡es a nosotros a los únicos que estamos siempre engañando! Raramente engañamos a otros tanto como nos engañamos a nosotros mismos. A un nivel más profundo, el autoengaño más grande es el engaño del yo, con todas las perspectivas que refuerzan al ego. Esta enseñanza nos recuerda que, si no practicamos de una manera regular y sincera sobre el cojín de meditación, no podremos realmente practicar en la vida diaria. Sin práctica, nuestras perspectivas refuerzan la autocomplacencia o la autocrítica, y ambas cosas son engaños. Así que la práctica empieza con uno mismo.


2.No te pongas excusas

La lista de personas y cosas a las que podemos echarle la culpa no tiene fin. Echarles la culpa a las condiciones externas, o incluso internas, de lo que hago o no hago es dualista. Mientras le echemos la culpa a alguien o a algo estaremos reforzando nuestra errónea perspectiva de vernos separados del resto del mundo. Si tomamos esta enseñanza a su nivel más profundo, empezamos a ver que cualquier excusa que nos ponemos es un autoengaño. El poder del cambio está únicamente en ti. El poder de practicar es únicamente tuyo. Despertar depende de ti. La responsabilidad de tu vida empieza y termina contigo, y solo cuando dejes de ponerte excusas tu vida será de beneficio para todos y para todo.


3.Hazte responsable de ti mismo

Es posible que creas que eres el ser humano más responsable del planeta, pero eso no es suficiente. Hacerte totalmente responsable de ti mismo es dejar de engañarte, dejar de ponerte excusas, y de esta manera servir al mundo entero despertando. A su nivel más profundo, hacerte responsable de ti mismo significa hacerte responsable de todo.


En estas tres pequeñas instrucciones encontramos tanto la semilla como el fruto de la práctica continua.




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