SER AMABLE CON TUS SERES QUERIDOS



Simplemente porque amamos a alguien no quiere decir que lo tratemos siempre bien, aunque queramos hacerlo. Pero podemos hacer algo para ser más amables, y de una manera más constante, con las personas que más queremos.

A menudo definimos la amabilidad como la expresión de la bondad hacia todos. Un auténtico guerrero considera la amabilidad una cualidad inagotable, que no tiene límites, así que cuando encontramos límites, se deben a nuestra fijación egoísta, por la que nos identificamos con la ilusión de un yo fijo e invariable.

La amabilidad es una expresión de amor, y cuando amamos a alguien, queremos que esa persona sea feliz. Además de ser cariñosos y amables con los demás, también podemos amarnos y ser amables con nosotros mismos. De hecho, gran parte de la amabilidad que ofrecemos a los demás es una extensión natural de la amabilidad que primero nos hemos dado a nosotros mismos. Pero también es posible ser amables con los demás incluso cuando nos es difícil manifestar esa amabilidad con nosotros mismos. Aun así, cuando no somos amables con nosotros mismos, nuestra habilidad para ser amables con los demás estará normalmente algo limitada.

La amabilidad no se manifiesta necesariamente de forma espontánea. Desafortunadamente, simplemente porque amemos a alguien no quiere decir que le tratemos bien. Ciertamente, para muchos de nosotros, las experiencias más dolorosas que hemos tenido han sido causadas por la incapacidad de nuestros seres queridos. Pero siempre podemos poner en marcha la amabilidad con atención, esfuerzo, y practicando conscientemente. A continuación encontrarás cuatro formas de practicar la amabilidad con las personas que amas:


1.Comunícate a un nivel más profundo preguntando a tus seres queridos cómo desean que se les trate. No des por hecho que por amar a esas personas automáticamente ves claramente lo que necesitan. El verdadero amor nos ayuda a desarrollar una sensibilidad especial a las necesidades de los demás, pero a menudo nuestro amor está teñido con el apego, lo que nos suele llevar a convertir aquellos que amamos en objetos que pensamos nos pertenecen. Si empezamos a tomar decisiones en nombre de nuestros seres queridos, ellos seguramente sentirán que estás anulando su voluntad. Eso es lo opuesto a la amabilidad.

2.Empatiza con las personas que amas, porque la empatía es una importante expresión de amabilidad. Empezamos empatizando con nosotros mismos y desarrollando una relación con nuestras propias experiencias, incluyendo nuestra comodidad e incomodidad, y lo que necesitamos para sentirnos bien. Después de eso, podemos dirigir esa misma empatía fuera de nosotros hacia los demás. Esta empatía está llena de amabilidad ya que es un tipo de atención que ve y abraza las partes más tiernas de los demás.

3.Aprende a poner límites y a comunicarte cuando puede ser difícil ser amable. Hay momentos en los que es especialmente difícil extender la amabilidad. Si estás con seres queridos durante uno de esos momentos, es importante que les digas que necesitas un poco más de espacio y que ese espacio es importante para que puedas cuidarte. Haces esto para evitar proyectar sobre los demás tu incomodidad. Pedir más espacio es un acto de amabilidad.

4.Deja de intentar ser siempre agradable. Intentar ser agradable puede ser superficial, artificial y un signo de pereza, cuando usamos esa amabilidad para manipular a otros o para evitar los verdaderos sentimientos que necesitan ser expresados. Debemos atrevernos a comprometernos más profundamente con la forma en que expresamos el amor hacia los demás de una manera auténtica y sincera.

5.Mantén el espacio. Mantener el espacio significa que permitimos a nuestros seres queridos que se muestren tal y como son, y es otro importante acto de amabilidad. No reaccionamos ante ellos, sino que escuchamos compasivamente y lo hacemos sin juzgarlos ni criticarlos. Mantener el espacio es esencial para que nuestros seres queridos se sientan escuchados y reconocidos por nosotros.


Ser amable con las personas que amamos requiere la voluntad de darles prioridad a sus necesidades mientras nos aseguramos que nosotros también tenemos lo que necesitamos, para que así podamos ser amables. También debemos practicar el recibir amabilidad igual que practicamos expresar amabilidad. La expresión de la amabilidad de una manera auténtica y sabia es transformadora para aquellas personas que amamos.



Más abajo puedes dejar un comentario sobre lo que te ha parecido esta publicación y también sugerir algún tema sobre el que te gustaría leer en futuras publicaciones. Gracias por tu colaboración.




Comentarios