En ocasiones, tenemos pensamientos irracionales aunque la verdad esté
justo delante de nosotros. Cuando nos sucede esto, cuatro sencillas palabras
pueden ayudarnos a volver a poner los pies en la tierra.
Hay
momentos en que realmente sentimos temor o ansiedad a pesar de que no tengamos
un verdadero motivo para ello. En esos momentos, recordar la frase “Real pero
no verdad” nos da el espacio necesario para darnos cuenta de esos pensamientos
y emociones sin fundamento y reconocer que posiblemente no se correspondan con
la realidad. Estas cuatro palabras pueden ser el antídoto a nuestro hábito de
intentar escapar de las emociones incómodas, aliviando el sufrimiento causado
por los inútiles intentos de evitar lo que realmente hay en ese momento.
“Cuando
sufrimos, estamos creyendo algo que no es verdad”
Como
si cruzáramos un precipicio caminando sobre un puente colgante, en ocasiones podemos
quedarnos petrificados de miedo y ser incapaces de movernos. Aunque el miedo
que sentimos es real, no es verdad. Podemos ver como cruzan ese mismo puente
muchas personas sin ningún problema, por lo que no hay ninguna razón para
pensar que vamos a morir por cruzarlo. Aún así, sabiendo conscientemente que no
tenemos porque temer esa situación, los pensamientos y emociones que
experimentamos son muy reales.
Al
decir que “no es verdad”, estamos diciendo que no vamos a morir por
enfrentarnos a esa situación, pero es muy real lo que sentimos. En esos
momentos tenemos que ser muy amables con nosotros mismos, y decirnos algo así
como: “Lo sé. Sé lo que estás sintiendo,
pero no es verdad. No va a pasar nada de lo que temes. Estarás bien. Si
realmente comprendes tu sufrimiento y reconoces que no es verdad, que no tienes
un verdadero motivo para sufrir, podrás hacerlo, podrás seguir adelante a pesar
de lo que sientes. Podrás cruzar ese precipicio”.
La
meditación es una forma de practicar este recordatorio: que, la mayoría de las
veces, tenemos más opciones. Es el campo de entrenamiento para “real pero no
verdad”. Nos da el espacio y el tiempo para relajarnos simplemente dándonos
cuenta de nuestros pensamientos y emociones en lugar de intentar hacer algo al
respecto. Nos ayuda a reconocer que las historias que añadimos a nuestras
emociones son simplemente eso, historias. Pero a la vez nos damos el espacio
para aceptar que todas las experiencias son “reales”.
Esta
frase “real pero no verdad” nos anima a recordar estos dos aspectos al mismo
tiempo: cómo nos sentimos, y qué es real.
Más abajo puedes dejar un comentario sobre lo que te ha parecido esta publicación y también sugerir algún tema sobre el que te gustaría leer en futuras publicaciones. Gracias por tu colaboración.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu colaboración.