Todo es vacuidad, pero es muy difícil alcanzar una comprensión
profunda de ello.
La mayoría de la gente malinterpreta la
vacuidad, pensando que significa destruir o ignorar nuestra existencia, pero eso
es un gran error. La vacuidad no es negativa, es soltar las ideas fijas que
tenemos para poder ir más allá de ellas. La vacuidad es como un desierto, en el
que todo muere y después vuelve a la vida. Eso es cierto, porque de otra forma,
no podrías tener éxito en nada de lo que hicieras. Cuando bailas, cuando
cantas, cuando andas, cuando meditas, sea lo que sea que hagas, primero tienes
que estar vacío. Y después, en ese momento, tu vida se hace flexible. Tu cuerpo
y tu mente deben ser flexibles para poder pintar, bailar, desayunar, lavarte la
cara, cantar y meditar. Entonces, cuando estás vacío, puedes ser uno con tu
actividad, sea la que sea, y dar lo mejor de ti.

Es
como contemplar una hermosa flor. No tiene sentido discutir la belleza de esa
flor porque está más allá de la especulación humana, más allá de los conceptos o
las ideas. Todo lo que tenemos que hacer es prestar atención cuidadosamente a
la realidad de esa hermosa flor tal y como es realmente. Eso es vacuidad. La
vacuidad es exactamente lo mismo que el origen interdependiente de todo. Esa
interdependencia no es una idea de relación, sino una gran oportunidad, un
lugar donde todo está vivo de una manera muy refrescante. Dentro de la vacuidad
hay seguridad espiritual, que es algo que no te puede dar nadie, tienes que
encontrarla tú mismo, y solamente se puede encontrar dentro de la vacuidad que
te hace vivir.
Esto
lo podemos aplicar a la meditación. Las enseñanzas guerreras no son enseñanzas
filosóficas, son enseñanzas sobre la actividad humana. Siempre vemos la
meditación desde nuestra mente, con nuestros prejuicios, pero la verdadera
meditación tiene que estar completamente vacía. Si piensas: “practico la
meditación porque quiero iluminarme”, entonces estás viendo la meditación y a
ti mismo a partir de tu idea de iluminación, y así no funciona la meditación.
Si tienes, aunque sea ligeramente, la
idea de que practicas la meditación para iluminarte, ya has creado un mundo
conceptual de tres cosas: la iluminación, la meditación, y tú. Le empiezas a
dar vueltas a esas ideas: lo que es estar iluminado, lo que es la meditación, y
lo que eres tú mismo. Pero todo lo que tienes que hacer es ver la iluminación
desde la vacuidad, ver la meditación desde la vacuidad, y verte a ti mismo
desde la vacuidad. Tienes que quedarte en el momento previo a distraerte con
los pensamientos. Tienes que ver la meditación antes de que germine tu sentido
intelectual. Relaciónate así con la meditación. Relaciónate contigo mismo de
esta manera. Entonces la meditación realmente funciona, y el que practica realmente
funciona en la meditación porque el practicante está desarrollándose en el
universo.
Cuando
practicamos meditación, aparecen muchas cosas que nos distraen: nuestras
preconcepciones, ideas, karma, herencia, personalidad, y muchas otras cosas. Así
que tenemos que ocuparnos de ellas continuamente, no con odio, pero sí dándoles
unas palmaditas en la cabeza sin interesarnos demasiado en ellas. Sólo dale
unas palmaditas en la cabeza. Pero eso no quiere decir darme yo mismo unas
palmaditas en la cabeza y decirme “buen chico”. Cuando me digo “buen chico”,
esa idea viene de una idea de “chico malo” que tenía en el pasado. Si ves las
cosas de esta manera, estás creando ideas, discriminando entre el momento
anterior, el momento presente, y el momento siguiente. Normalmente pensamos que
el tiempo se mueve del pasado hacia el futuro, pasando por el presente. Pero no
podemos ver el tiempo como simplemente tiempo. El tiempo debe verse como tiempo
y simultáneamente también como espacio. No puedes separarlos.

Si te
conviertes en un bailarín, ¿cómo puedes hacer esto? ¿Cómo puedes darle unas
palmaditas en la cabeza a tu karma, a tu herencia, a tus costumbres y hábitos, o
a tu personalidad? Darles unas palmaditas en la cabeza significa simplemente
practicar de forma continua, simplemente volverte vacío y flexible, y
simplemente bailar. Entonces, esta vacuidad hace que tu vida se viva en el
universo. La práctica es desarrollarte ahora
mismo, aquí mismo, por eso la práctica no es meramente una práctica separada
del despertar, la práctica es el mismo despertar.
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