LOS CUATRO REGALOS


Podemos desarrollar un sentimiento de gratitud por todo, lo bueno y lo malo, al descubrir la naturaleza interconectada de la vida.

Convirtamos una vida de resentimiento en una vida de gratitud. El resentimiento puede surgir en nosotros con gran facilidad, y puede ser muy frustrante. Pero podemos encontrar gratitud en cada día y vivir con un sentimiento de gratitud, que nos ayudará a redirigir nuestra atención de las quejas hacia el aprecio.

Con la práctica, podemos ser capaces de encontrar más gratitud en la vida, lo que nos aportará más alegría y satisfacción. Podremos apreciar lo que tenemos en lugar de sentir la ausencia de lo que no tenemos. Sin embargo, es posible que en el fondo de nuestro ser sigamos sintiendo que hay algo que no está del todo bien. Tal vez nos demos cuenta que nos sentimos agradecidos por las cosas que van bien para nosotros y para las personas que nos favorecen, que nuestra gratitud está limitada egoístamente. Para ir más allá de este enfoque egocentrista de la gratitud, podemos revisar las enseñanzas de los Cuatro Regalos, una práctica fundamental para cultivar una gratitud auténtica.

En el camino del guerrero, el origen interdependiente de todas las cosas se basa en la Ley Universal de Causa y Efecto. Según este concepto fundamental, todo es parte de una red de interconexión, dependiendo de infinitas causas y condiciones subyacentes en un continuo proceso de transformación. En otras palabras, nada existe de manera independiente, permanente, o fija. A esto se le llama “vacuidad” o la naturaleza vacía de la realidad. Las enseñanzas guerreras se basan en esta naturaleza interdependiente y vacía de la realidad y nos conducen a su comprensión. Esta comprensión de que todos los fenómenos están entretejidos entre sí, nos permite vivir la vida con una infinita sabiduría, alegría, y compasión hacia todo.

Para comprender verdaderamente la interdependencia e interconexión de todo en el mundo, podemos plantearnos la vida sin nuestras relaciones con otras personas. Por ejemplo, pensando en un vaso de agua, antes de poder beber tenemos que abrir el grifo y verter el agua en un vaso. El grifo está conectado a una tubería que está unida a otras múltiples tuberías conectadas a su vez a un depósito de agua. Innumerables personas han trabajado para perfeccionar este sistema de abastecimiento de agua. Más allá de esto, está el propio vaso, que utilizamos para recoger el agua. Diferentes personas tuvieron que diseñar, fabricar, distribuir, y vender este vaso. Numerosas causas y condiciones se unieron simplemente para permitirnos beber un vaso de agua.

Esto también es cierto para los alimentos que comemos, la ropa que vestimos, las casas donde vivimos, y todos los productos y servicios que utilizamos diariamente. Esta red de interconexión es infinita. Si la vida es una constante relación en la que no podemos vivir sin los demás, ¿dónde encontraremos un mayor regalo que ese?

Los regalos que nos ofrece la vida no vienen de algún dios o de un poder superior. Esos regalos nos llegan al reconocer y apreciar las relaciones indispensables en nuestra vida. No solamente estamos interrelacionados, nuestra existencia individual está endeudada mutuamente. Esta comprensión de la interconexión y endeudamiento mutuo nos permite ser más comprensivos, responsables, y altruistas.

Para ayudarnos a contemplar esta red de interconexión, hay una lista llamada los Cuatro Regalos. Esta lista recoge todos los aspectos interconectados de nuestras vidas. En otras palabras, resume todo lo que merece nuestra gratitud.
  • El Regalo del Cielo y la Tierra: aire, tierra, sol, luna, viento, nubes, lluvia, rocío, etc.
  • El Regalo de los Padres: padres y quienes nos crían, protegen, y educan.
  • El Regalo de los Compañeros: todos los seres, incluyendo animales y plantas.
  • El Regalo de las Leyes: Las leyes y normas que traen armonía y justicia a los individuos, familias, sociedades, países, y al mundo en general.
Las enseñanzas de los Cuatro Regalos nos ayudan a reconocer todo lo que nos nutre y ayuda. Normalmente sólo vemos como un regalo las relaciones favorables y rechazamos todas las demás. Pero nuestras vidas incluyen buenos y malos momentos, así que necesitamos relaciones que nos beneficien y que nos desafíen. Cultivando una gratitud incondicional, podemos aprender a respetar el origen interdependiente de todas las cosas. Podemos aprender a reconocer la diferencia entre mi propia gratitud por “lo que es bueno para mí” y la gratitud por “lo que es”.

Los Cuatro Regalos incluyen todas las cosas del Universo. No hay nada entre la infinidad de cosas del cielo y la tierra que no sea un aspecto de la mente despierta. Por tanto, sin importar el momento o el lugar, nunca debemos dejar de mantener un estado mental respetuoso y tratar todas las cosas con una mente pura y una actitud piadosa, igual que haríamos con cualquier manifestación del despertar. De esta forma, los Cuatro Regalos nos desafían continuamente a transformar una vida de resentimiento en una vida de gratitud.



Más abajo puedes dejar un comentario sobre lo que te ha parecido esta publicación y también sugerir algún tema sobre el que te gustaría leer en futuras publicaciones. Gracias por tu colaboración.

Comentarios