UN NUEVO COMIENZO

Una buena manera de comenzar el año es incluir en tu vida una significativa ceremonia de “Nuevo Comienzo”.

La ceremonia de Nuevo Comienzo no es para pedir perdón, es para cambiar tu mente y tu corazón, para transformar la ignorancia que dio lugar a las acciones incorrectas de cuerpo, habla, y mente, y ayudarte a cultivar tu mente de amor. Tus sentimientos de vergüenza y culpa desaparecerán, y comenzarás a experimentar la alegría de estar vivo. Todas las malas acciones surgen en la mente, y es a través de la mente que esas malas acciones desaparecerán.

Esta ceremonia se puede realizar en grupo, con tus compañeros de práctica, comunidad, trabajo, con tu familia, o incluso individualmente. En este último caso, puedes imaginar que ante ti están escuchando las personas relacionadas con lo que expreses.

Para comenzar, siéntate con un jarrón de flores frescas ante ti, y sigue tu respiración durante unos minutos.

La ceremonia tiene tres partes: regar las flores, expresar arrepentimiento, y expresar heridas y dificultades. Esta práctica puede evitar que los sentimientos heridos puedan hacerse más grandes con el tiempo en nuestro interior y ayuda a crear un ambiente claro y a nuestro alrededor.

Se empieza regando las flores. Cuando estés dispuesto a hablar, junta las palmas de tus manos frente a tu corazón. Entonces toma lentamente las flores con tus manos. Comienza a hablar de manera que tus palabras reflejen la frescura y belleza de las flores que tienes entre las manos.

Durante este tiempo de regar las flores, reconoce la integridad y las maravillosas cualidades de otras personas. No es cuestión de halagar sin más, hay que decir la verdad. Todos tienen fortalezas que podemos apreciar conscientemente. Si la ceremonia se realiza en grupo, nadie puede interrumpir a la persona que tiene las flores, ésta puede emplear tanto tiempo como necesite, y los demás escuchan con atención. Cuando haya acabado de hablar, vuelve a colocar lentamente las flores frente a ti, o en el centro del grupo.

En la segunda parte de la ceremonia, expresamos arrepentimiento por cualquier cosa que hayamos hecho y que haya dañado a otros. A veces es suficiente una sola frase dicha de forma inconsciente para herir a alguien. La ceremonia de Nuevo Comienzo es una oportunidad para recordar alguna cosa que sentimos haber hecho y expresar un sincero arrepentimiento.

En la tercera parte de la ceremonia, expresamos la manera en que otros nos han herido. Es esencial que lo expresemos de una manera cariñosa. Nuestro deseo es sanar las heridas, no herir más. Debemos hablar sinceramente, pero no queremos ser destructivos. Cuando la ceremonia se realiza en grupo, la práctica de escuchar atentamente es una parte importante. Si estamos sentados en un círculo de amigos donde todos practican esa profunda manera de escuchar, nuestra forma de hablar se hace más hermosa y constructiva. Nunca hay que culpar o quejarnos.

La escucha compasiva es crucial. Escuchamos con la intención de liberar del sufrimiento a la otra persona, no para juzgarla o discutir con ella. Escuchamos con toda nuestra atención. Incluso si escuchamos algo que no es cierto, seguimos escuchando profundamente para que la otra persona pueda expresar su dolor y liberar las tensiones que hay en su interior. Si le respondemos o la corregimos, la práctica no dará su fruto. Simplemente escuchamos. Si tuviéramos que decirle a la otra persona que su percepción no fue correcta, podemos hacerlo unos días más tarde, en privado y con calma.

Podemos cerrar la ceremonia con una canción, o cogiéndonos las manos si estamos en grupo, y respirando conscientemente durante un minuto. También podemos acabar abrazándonos unos a otros, o incluso abrazándonos a nosotros mismos si estamos solos.

El abrazo consciente puede ser una profunda práctica de meditación, pero para ello debemos abrazar de una forma sincera y plena. Debemos sentir verdaderamente a la otra persona entre los brazos, no sólo aparentarlo dando palmaditas en la espalda para mostrar que estamos ahí, sino respirando conscientemente y abrazando con todo nuestro cuerpo y nuestro corazón.

Abrazar puede ser una práctica de mindfulness, de atención y conciencia, si mientras respiramos reconocemos que un ser vivo y querido está entre nuestros brazos, y apreciamos lo valioso de ese ser. Si respiramos profundamente mientras abrazamos a esa persona querida, la energía del cariño, el amor, y la atención, penetrarán en la otra persona nutriendo su ser y haciéndola florecer. Para estar realmente ahí, con la otra persona, sólo necesitas respirar profunda y conscientemente, y en ese momento ambos seréis muy reales. Este puede ser uno de los mejores momentos de tu vida.

Tras la ceremonia de Nuevo Comienzo, te sentirás más ligero y aliviado, aunque sólo sea por haber dado los primeros pasos hacia la sanación de las heridas del pasado. Podemos sentir la confianza que, una vez que hemos comenzado, podemos seguir avanzando en ese sentido, reconociendo nuestros errores para evitar volver a dañar a otros, y sanando nuestras propias heridas al expresar amable pero sinceramente nuestro dolor.

Esta ceremonia no solamente está indicada al comenzar un nuevo año, sino que podemos hacerla siempre que sintamos que es necesario sanar las heridas y dejar atrás el pasado, para dar a nuestra vida un Nuevo Comienzo.


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