En el camino del guerrero nuestra
intención se hace más profunda con el compromiso y finalmente se convierte en
un voto.
Cuando practicas la meditación, tienes asegurado el éxito,
pero “éxito” no quiere decir que las cosas vayan a ir como tú esperas que
vayan.
Cuando meditas, olvidas pronto si las cosas van como esperas
que vayan. Te sientes feliz al sorprenderte con lo que sucede, porque sabes que
puedes utilizar cualquier cosa para tu práctica. De esa manera, tu meditación
siempre tiene éxito, sin importar lo que surja. Todo lo que tienes que hacer es
hacerla.
Pero hay un problema: es difícil mantener una práctica de
meditación. Nos desviamos, distraemos, y desanimamos con mucha facilidad. Los
acontecimientos de nuestras vidas nos desconciertan casi cada día, y nuestra
intención de practicar se tambalea.
La intención lo es todo. Si tu mente está siempre alineada
con tu intención de practicar, siempre estás practicando. La práctica es el
espíritu de la práctica, más que cualquier actividad específica. La mente de
práctica es práctica. Y eso es
intención.
¿Qué es intención?
Probablemente no se pueda definir totalmente. Como todos los estados internos,
es difícil de agarrar. La intención está relacionada con el propósito. Su
antigua raíz latina intendere implica
“estirar”. Así que, la intención es crecer, desarrollarse, hacia algo que tenga
un propósito.
La intención está estrechamente relacionada con otras dos
importantes actividades internas que son fundamentales para la práctica del
guerrero: el compromiso y el voto. Veamos cómo trabajan las tres juntas.
Intención: En cierta forma los acontecimientos
de mi vida y los sentimientos que tengo sobre esos acontecimientos me llevan a
querer pensar, sentir, y actuar de una manera en particular.
Compromiso: Reafirmando mi intención, me
comprometo a permanecer con ella. La confirmo en mi corazón.
Voto: Me identifico con mi compromiso
como si fuera yo mismo. Sin importar lo que ocurra, a lo largo de mi vida, tomo
el voto de seguir con mi compromiso.
En la práctica de tomar un voto no importa el que no pueda
llegar a realizar completamente lo que intento. Mi voto va más allá de eso, es
seguir con mi práctica para siempre. Podemos practicar para siempre por el bien
de todos los seres, es una práctica continua. Para el guerrero, “práctica”
siempre significa práctica para los demás y con ellos. No hay otro tipo de
práctica.

Pero, si eso es cierto, ¿por qué es tan dura la vida? ¿por
qué es tan difícil mantener la intención de una práctica espiritual, comprometiéndote
con ella, y tomar un voto? ¿Por qué el mundo humano está tan lleno de
violencia, injusticia, y egoísmo, si todos tenemos esa esencia pura y clara?
En ciertas enseñanzas se dice “esta mente es luminosa, sólo
está cubierta por accidentales impurezas externas”.
En otras palabras, la mente, la conciencia, es básicamente
despertar, luminosidad y claridad. Sin embargo, la luminosidad de la mente ha
sido cubierta por malas condiciones y la acumulación de nuestras malas
respuestas a esas condiciones a lo largo del tiempo. Por eso es difícil para
nosotros verla.

Más abajo puedes dejar un comentario sobre lo que te ha parecido esta publicación y también sugerir algún tema sobre el que te gustaría leer en futuras publicaciones. Gracias por tu colaboración.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu colaboración.