CÓMO NOS AFECTAN LAS NOTICIAS



¿Cómo podemos seguir las noticias de manera que contribuyan a nuestro crecimiento en lugar de afectarnos negativamente y disminuir nuestro bienestar?

Podemos digerir las noticias de manera que refuercen nuestro sufrimiento, o podemos ponernos al corriente de los acontecimientos del día de una manera consciente, como un entrenamiento activo por nuestra parte en medio del aparente caos, para convertirnos en guerreros para la paz. La elección está en nuestras manos.

Uno de los factores más importantes que determina si una acción es virtuosa o no es la intención. En la ética del guerrero, que se considera tiene efectos visibles e invisibles, la intención es especialmente importante. Si nuestra intención es beneficiar a todos los seres, la ley universal de causa y efecto nos muestra que los resultados serán positivos, ya sea que nos lo parezca o no. Y, al contrario, si nuestra intención es hacer daño a otros, podemos esperar que los resultados serán negativos. Pero, sin importar si está de acuerdo o no con esta ley universal, te puede ser útil tener una intención o motivación positiva al consumir las noticias, no sólo enterarte de lo que pasa o tener algo que publicar en el ciberespacio, sino más bien: “Voy a absorber esta información con la intención de aumentar mi sabiduría y compasión para que pueda beneficiar a todo el que encuentre en mi camino”. Al establecer una intención positiva, es más fácil que nuestros actos den como resultado frutos positivos.

También es de ayuda aplicar la atención, leer las noticias despacio, observando cualquier emoción aflictiva que pueda surgir y llevando la mente de vuelta al amor, la compasión y el desapego.

A continuación hay algunas preguntas que podemos hacernos cuando leemos o vemos en televisión las noticias:


¿Surge el enfado?

Si es así, podemos intentar practicar paciencia y compasión por los objetos de nuestro enfado, recordando que si están haciendo daño a otros y causando confusión como parece, entonces sufrirán a causa de sus acciones. También podemos recordar que nuestro enfado tan sólo le da fuerzas a nuestra mente enfadada, haciendo que sea más fácil enfadarse con otros en nuestra vida. Aflojar el agarre del enfado no significa que tenemos que olvidar la acción compasiva para ayudar a los que lo necesiten. Sencillamente quiere decir que actuamos con habilidad, con una mente y un corazón abiertos y hacia todos los implicados, incluso aquellos que parecen estar trastornando todo lo que estimamos.


¿Aparece el miedo o la desesperanza?

Si aparece, podemos intentar darnos cuenta de nuestros apegos. El afecto es una cosa, pero el apego es una bien distinta. Las manos que abrazan, cuando tienen miedo también pueden actuar como puños. Y, cuando nos dejamos llevar por la desesperanza, hemos olvidado que los acontecimientos que parecen ser devastadores, con el tiempo, pueden transformarse en sabiduría.

El miedo no es algo necesariamente malo. Nos puede alertar de peligros inminentes, pero también puede impulsarnos a hacer cosas de las que más tarde nos arrepentiremos. Igualmente, cuando nos rendimos a la desesperación, olvidamos que a veces pequeños actos marcan una gran diferencia. Al creer que no hay nada que podamos hacer, perdemos nuestra libertad para actuar, quedamos atrapados en una forma de cautividad que puede generar su propio remordimiento.


¿Y qué pasa con el cinismo, el alivio y otras emociones?

Por supuesto que el enfado, el miedo y la desesperanza no son las únicas emociones aflictivas que pueden surgir cuando absorbemos las noticias. Para algunos puede surgir el cinismo. Otros pueden sentir “fatiga compasiva”, o incluso un culpable alivio cuando no son los afectados por un daño que parece haber destruido las vidas de otros. Incluso otros pueden volverse en secreto adictos a las noticias de las celebridades, que no solamente nos distraen de practicar amor y compasión, sino que también aumentan la insatisfacción con nuestras menos glamurosas vidas, o -si las despreciamos- un engreído sentido de superioridad. Cualquier emoción que surja cuando leemos o vemos las noticias, puede convertirse en el objeto de una atención consciente y, con el tiempo, en transformación.


A menudo, podemos considerar las noticias, como cualquier otra cosa, como si fueran un espejo. Nuestras reacciones a ellas pueden mostrarnos lo que tenemos que trabajar, para domesticar nuestra propia mente tumultuosa.

Es posible aprender a consumir las noticias de una manera pacífica y en calma, sólo necesitamos practicar el prestar atención a las noticias de una manera consciente, entrenándonos así para ser guerreros por la paz.








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