MENTE UNIVERSAL Y PERSONAL



Distinguimos entre Mente Universal y nuestra mente personal, porque parece haber una diferencia entre ellas, pero en realidad no hay diferencia. Si partimos de esa idea, nunca podremos unificar mente y cuerpo. No podemos empezar con una visión parcial del mundo si deseamos llegar al todo. Con nuestra mente racional hacemos una separación, vemos una mente personal y algún tipo de mente universal separada. Esa separación es una condición humana aceptada por todos.

Esa mente separada, personal, orientada hacia uno mismo, nunca desaparece. Mientras vivas la tendrás por una buena razón. No es mala ni incorrecta y no hay que destruirla. Es una herramienta muy útil en este mundo, que es el mundo que ella percibe y en el que funciona. Una idea popular es que tenemos que eliminar esta mente relativa, y a veces nos esforzamos cometiendo el error de luchar contra ella para conseguirlo. Pero, si te paras a pensar, es la mente relativa luchando contra sí misma. Porque ¿quién hay ahí para luchar contra la mente relativa? Es simplemente una lucha contra sí misma, pensando que se va a liberar de la mente relativa, cuando ¡es la misma mente relativa intentando deshacerse de la mente relativa! Por eso, desde esta perspectiva, todas las maquinaciones que se nos ocurren para alcanzar el despertar son inapropiadas. Tenemos que ir directamente a la realidad, experimentando completamente lo que está justo delante de nosotros, sin dejarnos nada. Simplemente descansando en esa experiencia.

Obviamente este tema es un terreno fértil para filosofar, pero si queremos comprender el misterio de la mente relativa y absoluta, del universo relativo y absoluto, entonces tenemos que hacerlo experimentándolo nosotros mismos. Incluso si tu maestro te habla sobre ello, no importa lo claras y reveladoras que puedan ser sus palabras, aun así, no va a hacerlo por nosotros. Cada uno de nosotros tenemos que hacer el trabajo por nosotros mismos. El maestro tuvo que hacer el trabajo, y así también tenemos que hacer nuestro trabajo cada uno. “Hacer el trabajo” significa abrirnos a esta experiencia, a esta apertura que siempre sucede en el momento presente. Si estamos en lo que está sucediendo ahora mismo, entonces esa aparente dicotomía entre lo universal y lo personal desaparece. A eso le podemos llamar unificación o sincronización.

Eso es lo que hacemos en nuestro lugar de entrenamiento, esa es nuestra práctica como guerreros. Cada uno estamos en un nivel diferente de nuestro camino hacia el reconocimiento y participación en esta profunda experiencia que llamamos unificación. Para algunos tal vez esté a punto de suceder. Para otros es posible que les quede mucho para que suceda, porque aún no están listos. Esa es la razón de que tengamos prácticas de entrenamiento. Los maestros guerreros han desarrollado diferentes prácticas para que podamos perfeccionar aspectos de nuestra mente y de nuestro cuerpo, y para que aprendamos a unir estos dos para poder experimentar la unificación de mente y cuerpo, y quizás después podamos experimentar la gran unificación universal.

La mente universal lo es todo. La mente relativa no está separada de eso. La mente racional, la visión dualista, no está fuera de la mente universal. Pero cuando nos aferramos a esa visión racional y dualista, dependiendo de ella y viendo únicamente esa visión estrecha, nos estamos alejando de tener una visión mayor de todo el conjunto. Podemos llamarlas “mente pequeña” y “mente grande”. La mente pequeña es parte de la mente grande, pero cuando sólo experimentamos esa mente pequeña, no podemos experimentar nada más. En ese caso tenemos una visión muy estrecha y limitada.

En la práctica, en cuanto tu atención se enfoca haciendo un esfuerzo para intentar que ocurra algo en concreto, estás limitando todas tus opciones. Las enseñanzas nos dicen que nos quedemos en esa condición abierta y universal. Eso es apertura mental. En ella todas las opciones están a nuestra disposición. En cuanto escogemos una dirección concreta, tenemos un problema. No escojas nada. Escoger algo es una reacción a lo que se percibe como una necesidad. Estar dispuesto a responder significa no escoger ninguna opción, sino seguir el flujo de lo que continuamente está surgiendo ante nosotros.

Por supuesto que eso es mucho más fácil cuando llevas años de práctica, cuando tienes experiencia. Pero, aún con poca práctica, es posible que puedas experimentar en algún momento este abrirse y fluir, aunque sea por un instante. Puede suceder incluso el primer día de práctica. Es cierto que, según vas practicando año tras año, y vas experimentando esto, empieza a impregnar tu vida y puedes confiar más en ello, y ya no te sientes tan impulsado a escoger una opción para ser efectivo. No tienes que escoger la palabra correcta que decir o el movimiento correcto que hacer, o pensar “¿qué tipo de emoción tengo que estar sintiendo en esta situación?” Deja que llegue. Ya veremos. Experiméntalo.

Es una cuestión de practicar más la meditación sentada y también de entrenar más en el dojo. Desarrolla la capacidad mediante la meditación, y experimentarás más y más libertad mental. También es muy importante agudizar tus habilidades físicas y mentales, porque debes ser capaz de expresar esta experiencia de libertad mental. Si, por ejemplo, estás enseñando sobre esto, entonces todo lo que hagas, para bien o para mal, es más o menos la hábil expresión de esta experiencia. Debes de tener esta experiencia, porque si no has desarrollado nunca esa habilidad no puedes comunicarla de una manera muy efectiva a otros. De igual forma, si sólo eres hábil con las técnicas y no has practicado la meditación, no podrás tener una experiencia muy profunda y honesta de ti mismo, por lo que puedes también confundir a quien se lo enseñes.

Estamos buscando un equilibrio, pero ten cuidado, porque en cuanto decimos esto, la tendencia es empezar a pensar una vez más en lo relativo y lo absoluto, la profunda experiencia universal y la expresión de eso, como polaridades. Pero realmente, la mente relativa es simplemente la expresión manifiesta dentro de la mente universal. La mente universal es en sí misma infinita e incluye todo lo que existe.







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