10 CONSEJOS PARA MEDITAR DIARIAMENTE



1. Sé amable contigo mismo. Si piensas que eres un fracaso y te reprendes a ti mismo por no haber practicado un día o una semana, la meditación se convierte entonces en otra excusa para odiarte a ti mismo. La práctica de la meditación es como nadar contracorriente, es posible, pero requiere esfuerzo. Sé clemente y perdónate, pero sigue practicando.

2. Deja que se convierta en un hábito. Intenta practicar a la misma hora y en el mismo lugar todos los días. La forma de crear un hábito es llevarlo a cabo habitualmente. Cuanto más constante seas, más fácil será que las nuevas rutinas se establezcan en tu cerebro.

3. Revisa tu día y escoge un momento para practicar que tenga sentido. Si no eres una persona de mañanas, y no puedes ni siquiera mirarte al espejo hasta haber tomado un café, espera hasta más avanzado el día. Si llegas a casa agotado todas las noches, intenta practicar por la mañana.

4. Sé flexible. Si te saltas la práctica de la mañana, sé creativo. Date un paseo en silencio y atento en el trabajo, o siéntate a meditar antes de irte a dormir. No tires la toalla sólo porque tu rutina diaria se ha trastocado.

5. Prioriza. Tienes que insertar en tu cerebro de alguna manera que la meditación es tan importante como cepillarte los dientes, ducharte, comer, etc. Es increíble cuánto tiempo encontramos para responder los emails, pero qué sorprendentemente poco tiempo hay al día para sentarse a meditar. ¿No te hace esto pensar? 

6. Establece tu intención. Cuando te sientes a meditar pregúntate “¿por qué voy a meditar hoy?” y observa lo que surja. Después pregúntate “¿cuáles son mis razones más profundas para practicar?” Vuelve a esas motivaciones cuando se te hace difícil continuar. Para liberar la mente se requiere trabajo y recordatorios.

7. Establece una duración que sea asequible. No te esfuerces durante una hora a menos que te parezca fácil para ti. De veinte minutos a media hora puede estar bien. Y eso, si te parece fácil y encaja en tu horario. Incluso cinco minutos activarán esos caminos neuronales, sigue adelante, y crea nuevos hábitos.

8. Si falla todo lo demás, sienta a tu querido yo en el cojín y respira tres veces.

9. A veces sentarse a meditar parece realmente imposible. Entonces utiliza el tiempo que has establecido para algún tipo de práctica espiritual de apoyo: lee un libro inspirador, escucha una charla, escribe en tu diario.

10. Cuando no lo consigas, sé amable contigo mismo. Ya había dicho esto antes, pero lo digo otra vez porque es esencial para desarrollar una práctica regular.





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