ESFUERZO Y ENTUSIASMO



A veces la gente se pregunta por qué algunas personas parecen tan felices, piensan que deben tener algún secreto que les hace sentir así. Y muchas veces, el secreto es tan sencillo como hacer las cosas con entusiasmo y esforzarse en cada cosa que emprenden. Normalmente, la alegría del guerrero no surge de pasar el rato sin hacer nada, o de evadir las responsabilidades. El guerrero está alegre porque decide lo que quiere hacer y se dedica a ello con entusiasmo.

El esfuerzo y el entusiasmo son necesarios para conseguir cualquier cosa en la vida, ya sea algo práctico y ordinario como cualquier propósito espiritual. Sin entusiasmo para realizar las cosas, la sabiduría y el discernimiento no nos llevarán muy lejos, porque no es suficiente con saber qué hacer, hay que ponerse en ello y llevarlo a cabo. El esfuerzo y el entusiasmo del guerrero están enfocados en avanzar por el camino de la virtud, y esto le hace sentir alegría.

El entusiasmo del guerrero para dirigirse hacia la virtud le hace esforzarse en deshacerse del entramado del “yo” y buscar el bienestar de los demás. En un principio, buscamos la paz dentro de nosotros mismos a través de la meditación. Más adelante, con las prácticas contemplativas, entrenamos nuestra conciencia para poder ver cómo son realmente las cosas, para comprender cómo funciona nuestro mundo. Empezamos a darnos cuenta de nuestros actos y de sus consecuencias, viendo con más claridad los resultados de las acciones negativas.

Conforme avanzamos en la práctica, vamos extendiendo la paz y la claridad a nuestra vida diaria, dejando de ansiar continuamente más de lo que tenemos, no dejándonos arrastrar por el enfado y el orgullo, tomándonos las cosas con más calma y teniendo más en cuenta a los demás. El guerrero se esfuerza en ser paciente cuando aparece el enfado, y en ser generoso cuando siente el apego, sencillamente observa los pensamientos de enfado o apego cuando surgen y cuando desaparecen, sin tener que expresarlos y actuar impulsado por ellos.

En general, nos sentimos poco atraídos por recorrer el camino de la virtud porque nos falta la inspiración necesaria para esforzarnos con entusiasmo en ese sentido. Pero no podemos esperar que esa inspiración nos caiga del cielo, debemos buscar ejemplos inspiradores que nos motiven a emprender nuestro camino con esfuerzo y entusiasmo. Los maestros de gran sabiduría y compasión irradian entusiasmo y diligencia, han superado el egocentrismo esforzándose con entusiasmo por el bien de los demás.

En el camino del guerrero, ese esfuerzo entusiasta aparece como consecuencia del discernimiento, porque una vez que decidimos recorrer el camino de la virtud lo hacemos con alegría. El guerrero siente esta alegría por la satisfacción de saber por qué se esfuerza, porque sabe que cualquier cosa que emprendemos es mucho más fácil si la hacemos con entusiasmo, disfrutando de lo que hacemos. Una vez ha tomado una decisión, el guerrero se mantiene en ella con atención para no desviarse de su propósito, aunque ello suponga ir más despacio para poder dedicarse completamente a su tarea. Con calma, nos tomamos el tiempo para estar centrados y entregarnos a nuestra actividad con todos nuestros sentidos. Esa es la diferencia entre ver algo hermoso y apreciarlo realmente.

Con entusiasmo podemos superar cualquier obstáculo que encontremos en el camino, porque disfrutamos de lo que hacemos, pero sin él, ni siquiera nos molestaríamos en recorrer un camino fácil y despejado.

Aunque los caminos de cada uno puedan ser muy diferentes, la verdadera diferencia no reside en la cantidad o tamaño de los obstáculos que encontramos, sino en la actitud de nuestra mente.

Sentimos pereza porque nos falta el entusiasmo y la alegría necesaria para esforzarnos. Si nos abandonamos a la pereza será difícil encontrar la felicidad, mientras que si nos esforzamos con entusiasmo nos desharemos de la pereza y avanzaremos por nuestro camino con alegría.

A pesar de que todos buscamos la felicidad, la mayoría de las veces vamos en dirección contraria, engañándonos al pensar que seremos felices cuando no tengamos que esforzarnos por nada. Aunque, por supuesto, debemos tomar un descanso cuando sea necesario, debemos comprender que es natural esforzarse, que la mente necesita involucrarse y darle un sentido a la vida.

Podemos pensar que no tenemos suficiente entusiasmo ni energía para esforzarnos en el camino del guerrero, pero si observamos con atención nuestra vida, descubriremos que siempre estamos esforzándonos en alguna dirección, aunque sea la dirección equivocada. La verdadera satisfacción y alegría surgen al recorrer con entusiasmo el camino que nos conduce a una vida plena y provechosa, desarrollando la confianza en la esencia del corazón de guerrero que tenemos en nuestro interior y manifestándolo con sabiduría y compasión en nuestra vida.

La mayor dificultad para avanzar por el camino del guerrero, para vivir una vida plena y llena de significado, es la ausencia de entusiasmo que nos impulse a esforzarnos en esa dirección. Si nos preguntamos cómo mantener esa confianza en el corazón del guerrero, cómo ser compasivos y manifestar la sabiduría, lo que hay en nuestra mente son dudas. El entusiasmo por emprender el viaje disiparía las dudas, porque cuando nos esforzamos con entusiasmo por alcanzar nuestro objetivo no hay dudas que nos paren.

No hay montaña demasiado alta, ni destino demasiado lejano, que no se pueda alcanzar con un paso detrás de otro. Con esfuerzo y entusiasmo podemos superar la agresión, podemos diluir el enfado. Con la práctica y la meditación podemos despejar la mente para poder ver con claridad lo que surge en ella antes de expresarlo. Si contemplamos la ley de causa y efecto encontramos la inspiración necesaria para poder vivir teniéndola en cuenta y superar con esfuerzo y entusiasmo los resultados de nuestras acciones pasadas. El guerrero sabe que su mayor tesoro es su capacidad para seguir adelante con entusiasmo por el camino de la virtud, porque así da estabilidad a su vida para poder disfrutar de una felicidad duradera.






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Comentarios

  1. Esto ha resonado mucho conmigo hoy. Gracias, Fernando. En mi camino, tú eres una inspiración.

    No sé si tienes algún post al respecto, pero me gustaría que nos contaras algo acerca de deshacerse del pasado con respecto a las relaciones con las personas, cómo podemos intentar sanar y tener una relación nueva con gente que queremos pero con quienes hemos tenido experiencias dolorosas o una relación difícil.

    Gracias de nuevo.

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    1. Mañana publicaré un post sobre las relaciones que puede ser interesante para lo que pedías. De todas formas, lo que me dices me sugiere fundamentalmente una cuestión de sanar las heridas y sobre todo el corazón. Además de los posts que te indiqué antes, puedes echarle un vistazo a la publicación que te indico a continuación que habla de ese tema:

      https://guerrerosdehoy.blogspot.com/2018/03/la-sanacion-del-corazon.html

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  2. Aunque intentaré escribir algo más directamente relacionado con las relaciones difíciles, los post que te indico a continuación te pueden ayudar con el tema del pasado:

    https://guerrerosdehoy.blogspot.com/2013/03/los-lastres-del-pasado.html
    https://guerrerosdehoy.blogspot.com/2018/03/sanar-las-heridas.html

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