8 PASOS PARA VIVIR CONSCIENTEMENTE



Para poder vivir conscientemente debemos tener en cuenta ocho pasos importantes en nuestro camino

El camino del guerrero hacia el despertar, para vivir de una manera auténtica y consciente, incluye desde el principio todos los aspectos de la vida: físico, emocional, mental, espiritual, y social. Eso quiere decir que nuestra forma de relacionarnos con la sexualidad, el sistema económico consumista, la crianza de los hijos, o la política, todo ello forma parte del camino.

Esta forma de vivir de una manera plena y consciente se puede resumir en los 8 pasos del camino del guerrero. Una “correcta atención” es uno de los aspectos de este camino, así como una visIón correcta, una intención correcta, un habla correcta, una acción correcta, un sustento correcto, un esfuerzo correcto y una práctica meditativa correcta. Podríamos igualmente sustituir la palabra “correcta” por “completa”, ya que cuando realizamos algo con plena atención y conciencia estamos implicándonos con la vida de una manera completa.

Vamos a repasar estos aspectos del camino del guerrero, colocando la atención, en su lugar correcto entre sus otros siete compañeros y compañeras que, aunque menos famosos que ella son igualmente importantes para recorrer nuestro camino y poder vivir una vida plena y consciente.

VISIÓN CORRECTA

La visión principal de las enseñanzas guerreras es el equilibrio, el camino medio, evitando los extremos de la austeridad agresiva (siendo excesivamente severos con nosotros y los demás) y la indulgencia exagerada (la pereza espiritual). Nos relacionamos con toda nuestra experiencia con amistad y respeto. En el contexto de la práctica de la meditación, esto significa llevar de una manera suave nuestra conciencia al cuerpo y la mente, de una manera ni demasiado tensa, ni demasiado floja. Sin esta visión fundamental de amor compasivo, de amabilidad, no hay realmente una meditación con atención. Si practicamos la atención como si fuera tan sólo un ejercicio de gimnasia, acabaremos sintiéndonos más agotados y empobrecidos.

Al vivir en una cultura en la que se acostumbra a utilizar el lema “simplemente hazlo ahora” como si fuera un mantra, puede parecernos una buena opción ponernos a practicar la atención sin contemplar antes la visión. ¿Para qué vamos a estudiar las enseñanzas sobre meditación si la cuestión fundamental es practicar? ¿Esto no consiste en no pensar demasiado?

Pero los grandes maestros guerreros nos sugieren muy sabiamente el estudio y la contemplación como la base de cualquier práctica. Sí, es cierto que la experiencia es lo esencial, pero antes necesitamos comprender lo que estamos haciendo, por qué lo estamos haciendo, y cómo se relaciona la atención con el resto de nuestra vida.

INTENCIÓN CORRECTA


¿Por qué practicamos la atención? Contemplar nuestra intención al principio de una sesión estimula nuestra motivación. Nuestro propósito puede ser la calma o la paz, la estabilidad o un corazón más compasivo, o todo lo anterior. La cuestión es que empecemos la sesión con algún sentido de propósito o dirección. Toma un momento para reflexionar y ser consciente de lo que hay en tu interior, sin juzgarte, antes de ponerte corriendo a practicar. Este gesto de respeto hacia uno mismo puede cortar amablemente el impulso de nuestra velocidad neurótica acumulada.

Reconocer la motivación que ya tenemos puede ser el primer paso de un viaje que se va ampliando. El estrés y la ansiedad que a veces sentimos es seguramente algo que comparten también las personas de nuestro entorno, en nuestra familia, en el trabajo, en la comunidad. Podemos ampliar nuestra intención si cuando practicamos sentimos que lo hacemos también para su bienestar y despertar. Estamos recorriendo un camino de despertar que incluye ser generosos y atentos, pacientes y útiles para los demás. Esta expansión de la intención aporta espacio y calidez a nuestra práctica de meditación, permitiendo que esas cualidades sinceras impregnen nuestra relación con los demás en la vida diaria.

HABLA CORRECTA


De una escucha atenta puede surgir un habla consciente. Aquí el no-esfuerzo puede ofrecer otra pista útil: hacer pausas cuando hablamos permite un auténtico diálogo. Ralentizar el impulso de decir una cosa tras otra es un resultado natural de practicar la atención. La comunicación consciente es la base de una comunidad consciente.

El habla sin atención es un habla que causa daño a través del cotilleo, la calumnia, la mentira y el engaño. El resultado de semejante habla, como cuando los políticos juegan con nuestros miedos para incitar al odio, es una sociedad dividida, hace que nos sintamos más desconectados unos de otros. En cambio, un habla consciente sana las heridas de la sociedad.

ACCIÓN CORRECTA


La meditación en acción es la expresión natural de la práctica de la atención. Estos pasos en el camino del guerrero hacia el despertar nos recuerdan que la prueba de nuestra práctica es la vida diaria. Todo el propósito de nuestro entrenamiento es poder manifestarnos en el mundo como auténticos guerreros valientes y afables. Permanecer en calma meditando e irradiando compasión son los primeros pasos, pero ahora, ante una necesidad urgente de actividad compasiva para enfrentarnos a los desafíos del cambio climático, la creciente desigualdad social, y la desintegración de las sociedades a causa del miedo, vuelve a ser apropiado el antiguo dicho: “¡No te quedes ahí sentado, haz algo!”

SUSTENTO CORRECTO

La práctica de la atención nos da una sensación de bienestar, una riqueza interna que podemos compartir con los demás donde sea que trabajemos, en la escuela, en el hospicio, en la oficina o en el banco. El significado ordinario de “sustento” está relacionado con la supervivencia, es la forma en que ganamos dinero para poder vivir. El sustento correcto nos hace elevar la mirada más allá del simple hecho de sobrevivir. Nuestro trabajo es la forma en que contribuimos al bien común. El sustento es nuestra ofrenda, un acto de generosidad. Como guerreros, estamos llamados a servir e inspirar, a propagar la salud y la cordura de innumerables formas, y una de ellas es la forma en que nos ganamos la vida.

ESFUERZO CORRECTO

El esfuerzo también tiene un lema asociado en nuestra cultura actual: “Sin dolor no hay ganancia”. Nos dicen que, si no lo intentamos una y otra vez, esforzándonos cada vez más, no podremos conseguir nada en la vida.

Si lo entendemos así, nos puede llevar a enfocar nuestro esfuerzo en un solo sentido, como si la instrucción de meditación sólo nos dijera que pusiéramos nuestra atención “no demasiado floja, no demasiado floja”. Podríamos encontrarnos practicando con una excesiva vigilancia, como ansiosos participantes en un nuevo deporte llamado Esfuerzo Extremo. Los meditadores pueden fácilmente desarrollar una tensión habitual en lugar de cultivar la apertura relajada de mente y corazón que nos inspira originalmente hacia el despertar. Un gran maestro guerrero dijo que el “no-esfuerzo es un valioso compañero del esfuerzo”.

Sí, es importante que nos apliquemos, que nos entreguemos completamente en vivir una vida consciente. Pero es igual de importante relajar todo nuestro esfuerzo por hacer algo y confiar en que brille nuestra conciencia innata por sí misma. Todas las tradiciones guerreras del despertar natural a partir de nuestra esencia interior se basan en este sentido de sabiduría innata, que no se “fabrica” meditando o recorriendo el camino, sino que se descubre a través de él. Esta es la práctica de la sabiduría o cordura esencial a través de lo que se llama “simplemente sentarse”, “no-meditación” o “gran perfección primordial”. La cuestión principal es desarrollar una profunda confianza en nuestra naturaleza original.

Con esta visión, ser consciente no es un logro especial o un acontecimiento extraordinario en el viaje de nuestra vida. La atención es una capacidad innata, presente en todos los seres sensibles. Al recorrer el camino, estamos cultivando delicadamente nuestra propia naturaleza, permitiendo que florezcan las semillas de nuestro potencial. Desde esta perspectiva, el despertar es tan natural como el amanecer del sol. Se nos invita a comenzar cada sesión de práctica sintiendo esta natural cualidad del despertar, y a volver una y otra vez a esta apertura original durante la práctica y en nuestra vida diaria.

MEDITACIÓN CORRECTA
A menudo se habla de la meditación como una práctica de concentración, o una absorción meditativa, pero esto puede sugerir que estamos tan absorbidos por algo (como nuestra música favorita) que no somos conscientes de lo que nos rodea.

Si nos entregamos completamente a la práctica de la atención, con nuestro cuerpo y mente, también podemos mantener esa misma cualidad de conexión y apertura cuando salimos de la meditación. La práctica de la atención va unida a darse cuenta del entorno que hay alrededor del cuerpo, alrededor de la respiración, alrededor de nuestros pensamientos y emociones. Escuchamos lo que nos dice nuestra pareja más que los momentos tensos de nuestra jornada de trabajo que vuelven a pasar por nuestra mente. Nos damos cuenta del balanceo de los árboles por el viento, igual que sentimos el movimiento de las piernas en la meditación caminando. De una forma igualmente directa y abierta.

Terminemos nuestro recorrido contemplativo volviendo donde empezamos: el despertar. La práctica de la meditación en la atención y las enseñanzas sobre estos ocho pasos en el camino al despertar se han transmitido en diferentes tradiciones a través de los siglos. Los maestros guerreros del pasado han personificado el principio de la mente despierta y de la conciencia, y los maestros que viven en la actualidad, a veces llamados “amigos espirituales”, nos recuerdan la necesidad de esa cualidad expansiva al recorrer el camino. Todos tenemos nuestros puntos ciegos, y por eso de vez en cuando nos hacemos pequeños limitándonos a nuestra propia versión estrecha del camino. Los amigos espirituales nos animan, nos provocan y nos desafían, a través de su ejemplo y sus enseñanzas, a entregarnos a la práctica de la atención como un paso que nos lleva hacia una vida completamente consciente.
A modo de recordatorio o resumen, vamos a repasar muy brevemente estos 8 pasos que representan las acciones o comportamientos de un guerrero que vive conscientemente. Estos ocho aspectos del camino al despertar, que pueden describirse como “sabios”, “hábiles”, o simplemente “correctos”, son los siguientes:

1 VISIÓN CORRECTA
Una verdadera comprensión de cómo la realidad y el sufrimiento están entrelazados.

2 INTENCIÓN CORRECTA
La aspiración a actuar con una determinación correcta y no dañar.

3 HABLA CORRECTA
Evitar mentir o utilizar el habla de una manera abusiva o para crear discordia.

4 ACCIÓN CORRECTA
Actuar de manera que no se cause daño a otros seres, sin matar, robar, ni tener una conducta sexual dañina.

5 SUSTENTO CORRECTO
Ganarse la vida de una forma ética, siendo honesto en los negocios.

6 ESFUERZO CORRECTO
Impulsar pensamientos, habla y acciones útiles, en su justa medida, y evitar los extremos inútiles por exceso o defecto.

7 ATENCIÓN CORRECTA
Prestar atención a nuestro cuerpo, sentimientos y mente.

8 MEDITACIÓN CORRECTA
Practicar la meditación adecuadamente basada en todos los siete aspectos anteriores.

Estos ocho pasos se pueden clasificar también en tres grupos:

Relacionados con el desarrollo de la sabiduría: la visión y la intención.
Relacionados con la conducta ética: el habla, la acción y el sustento.
Relacionados con la meditación: el esfuerzo, la atención y la meditación.



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