CONVERTIR TODO EN MEDITACIÓN



La práctica de la meditación no se basa en convertirnos en una mejor persona, o en una persona iluminada, sino en ver cómo nos podemos relacionar con nuestro estado iluminado que ya existe. Hacer esto es una cuestión de confianza y también de apertura.

La confianza juega un papel muy importante en la práctica de la meditación. La confianza de la que estamos hablando es la confianza en nosotros mismos, que tiene que recuperarse más que desarrollarse. Tenemos toda clase de conceptualizaciones y actitudes que, como un velo, nos impiden descubrir esa confianza básica.

Tenemos que saber lo que queremos decir por meditación. A veces utilizamos esa palabra con el significado de vaciar o soltar, y otras veces queremos decir relajación. Sin embargo, el propósito de la práctica de la meditación es realmente redescubrir nuestras neurosis escondidas y al mismo tiempo nuestra sensatez escondida.

Aunque la meditación implica entrenamiento y disciplina, el propósito no es convertirnos en una buena persona bien entrenada que se comporta con cierto estilo iluminado. El significado de meditación es, más bien, una intensa ligereza.

La meditación es intensa, porque la práctica es exigente, y tu compromiso con la práctica de meditación sentada día tras día es muy exigente. Al mismo tiempo, la práctica de meditación es muy ligera porque, cuando practicas, no tienes nada que hacer ni nada que conseguir. El significado de meditación es esa intensa ligereza o intensa libertad.

Otro aspecto importante de la meditación es la disciplina. La disciplina conduce a la apertura, pero eso no quiere decir que nuestra frivolidad está incluida como parte del camino. La disciplina es muy severa y extremadamente exigente. Se espera que tomes parte en esta severa disciplina que es la disciplina de ser, de sentarte, de practicar, y de involucrar tu actitud, tus conceptualizaciones, tu mente subconsciente, tus emociones, tus tareas domésticas, y cada aspecto de ti mismo en tu práctica. Todo en tu vida se convierte en parte de la meditación, lo que es una enorme exigencia.


La meditación también trata sobre esforzarte y usar tu mente curiosa como parte de la práctica. Para ser un buen estudiante debes ser muy curioso. Entonces la información ya no es un elemento extraño, se convierte en algo que impulsa aún más tu curiosidad.

La meditación trata sobre cómo relacionarte con dos factores: contigo mismo y con tu mundo. A través de la práctica de la meditación, eres capaz de sincronizar tu mundo contigo mismo. Al trabajar con los dos, con el tiempo se produce un chispazo. Es como frotar dos palos o golpear con una piedra un pedernal para hacer chispas. El chispazo de luz que produces es la compasión.

Es posible que cuando empiezas a meditar por primera vez no te gustes mucho. Incluso puedes sentir que te odias, o que odias tu mundo. Pero sigues practicando y relacionándote simultáneamente con tu mundo y contigo mismo, tanto en la meditación como en las situaciones de tu vida diaria. Al hacer esto adecuadamente, minuciosa y completamente, empieza a desarrollarse una especie de calidez. Te das cuenta que después de todo se puede trabajar con el mundo. Tal vez aún no sea encantador, pero al menos se puede trabajar con él, es manejable. La práctica de la meditación es la única manera de desarrollar esta confianza básica en ti mismo y en tu mundo.

Así que, la práctica de la meditación se compone de estos tres elementos: trabajar contigo mismo, trabajar con el mundo, y trabajar con la calidez que se desarrolla. Todo es parte de tu mundo y se empieza a desarrollar cierta sensación de poder trabajar con tu vida.

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