EL PODER DE TU INTERIOR


Si abrimos el corazón y dejamos fluir nuestro poder interior, desaparecen prácticamente todos los obstáculos que nos impiden lograr lo que queremos. Cuando fluimos con la energía del universo, nos encontramos con la sabiduría y la compasión necesarias para no actuar en beneficio propio, sino en el de todos los seres, tenemos confianza y nos sentimos capaces. Cuando esta energía se manifiesta en nuestra vida, somos guerreros cabalgando por la llanura y no hay nada que se interponga en nuestro camino.


Cuando desarrollamos las virtudes del guerrero, surge ese poder interior que despeja los obstáculos, pero cuando somos agresivos y nos empeñamos en forzar las cosas para llegar a donde queremos, surge la oscuridad y el agotamiento.
Pero cuando todo el mundo está enredado en los nudos del propio interés, la oscuridad gobierna y no se puede promover la armonía, ya que estamos en conflicto permanente con nuestro mundo. Así es como la oscuridad agota nuestro poder interior y debilita nuestra fuerza vital, impidiendo que veamos la naturaleza fundamental del mundo y de nosotros mismos.
Igual que debemos evitar los ambientes que promueven la oscuridad y la confusión, debemos acercarnos a los que atraen la “magia”, esa magia que supera la oscuridad y cualquier cosa que debilite nuestro poder interior. Esa magia se acumula en las personas, los espacios y las situaciones cuando hay cordialidad, disciplina, armonía y sensibilidad, mientras que la prisa, el caos y el descuido la disuelven.


Traigamos la magia a nuestras vidas, abriendo el corazón y dejando que se manifieste ese poder que hay en nuestro interior, disfrutando de la disciplina que nos ayuda a mantenernos en nuestro camino, siendo cordiales con los seres que nos rodean y llevando armonía a nuestro mundo.








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