MANTENER LA CALMA


El caos y la confusión son cosas con las que tenemos que convivir, tanto en el trabajo como en nuestra vida diaria. Muchas veces las cosas escapan de nuestro control, tal vez porque no hemos sido conscientes de que iban a descontrolarse, y nos vemos en situaciones que no parecen tener ningún sentido, ni buenas consecuencias.

A menudo, impulsados por el pánico, reaccionamos apresuradamente y sin tener una visión clara de lo que está ocurriendo, o de por qué está sucediendo. Estas acciones impulsivas no suelen hacer otra cosa que añadir más confusión y alimentar el caos.

Es como cuando se ha liado una cuerda o un ovillo de lana, y no hacemos más que tirar en cualquier dirección esperando que se deshaga el lío. Si actuamos así, lo que vamos a conseguir es apretar aún más los nudos, haciendo cada vez más difícil el poder deshacerlos. Si, en cambio, nos tomamos el tiempo para observar con atención la situación de la cuerda o el hilo y, suavemente y con delicadeza, vamos viendo por dónde pasan los hilos, podremos ir deshaciendo el enredo poco a poco.

Es fundamental aprender a mantener la calma en situaciones de caos y confusión, para no empeorar la situación, perdiendo más tiempo y agotándonos por el estrés añadido.
Así que...
recuerda...
Ante todo...
¡Calma!

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