Si
observamos por un momento a nuestro alrededor, el mundo en el que vivimos, nos
encontraremos sin duda con estrés, crisis, desesperanza, miedos, incertidumbre…
El
planeta sufre las consecuencias de la contaminación y la sobreexplotación de sus
recursos, además de los incendios intencionados, las talas masivas o
indiscriminadas de árboles y las masacres de animales a gran escala o en
peligro de extinción.
La
sociedad se ve azotada, entre otras cosas, por las guerras, el hambre, la
crisis económica, el desempleo, la corrupción y la injusticia.
Nuestro
cuerpo se resiente de una vida cada vez más separada de la naturaleza, una mala
alimentación, un descanso insuficiente y la falta de ejercicio, sufriendo
diferentes dolencias y enfermedades propias del mundo moderno.
También
nuestra mente es presa del estrés, la depresión o la ansiedad, empujándonos a
reaccionar con agresividad, socavando las relaciones personales y laborales.
A
un nivel más interno, es muy probable que tengamos una sensación de vacío
interior, de insatisfacción, que nos impide disfrutar incluso de lo que nos
debería hacer felices.
Parece
ser que hemos llegado a un punto crucial en nuestra época, donde los modelos
antiguos ya no funcionan, en el que debemos comenzar a vivir de otra manera.
Pero ¿de qué manera?
Tal
vez ha llegado el momento de vivir con más atención y conciencia, sin cegarnos
por conseguir un objetivo a costa de todo y dándole más importancia al proceso
en sí, a la forma en que hacemos las cosas, buscando la excelencia en cada
palabra, en cada paso, en cada una de nuestras acciones.
Quizá
ya es hora de actuar conscientemente, en lugar de reaccionar de forma
inconsciente y sin tener en cuenta las consecuencias de nuestros actos. O
incluso es posible que sea la hora de “dejar de hacer”, de abandonar, aunque
sea por unos momentos, esa interminable lista de cosas pendientes que nos
mantiene ocupados todos los días de forma frenética e incesante.
Ahora
es el momento, de “dejarnos en paz”, de permitirnos hacer menos para ser más,
para vivir más “plena-mente”, para vivir con Mindfulness.
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