Descubrir quien eres, ese es el primer paso para convertirte en
guerrero.
Gran parte del caos que existe en
el mundo es resultado de que la gente no se aprecia a sí misma, y por lo tanto
tampoco aprecia a los demás. Incapaces de ver más allá de las apariencias, la
mayoría de las personas no valoran lo que son en sí mismas, porque no se dan
cuenta de la grandeza que albergan en su interior.
Acostumbrados a aparentar, nos
hemos preocupado más por construir una fachada hacia afuera que a dejar simplemente
brillar lo que tenemos dentro. Tal vez nunca hemos siquiera mirado en nuestro
interior, al menos por el suficiente tiempo y con la adecuada profundidad, para
descubrir quién somos realmente.
Es cierto que, si nadie te ha
enseñado a hacerlo, es difícil dejar de mirar hacia afuera, con tantas cosas
que el mundo nos ofrece para distraernos, con tanta oferta seductora a todos
los niveles. Si tenemos la inquietud de conocer quién somos realmente, necesitaremos
alguna herramienta que nos ayude a descubrir qué recursos se esconden en
nuestro ser, cómo podemos desarrollar nuestro potencial.
La meditación es esa herramienta
que te ayuda a ver, y también a ser. Aunque hay multitud de técnicas de
meditación que nos pueden ayudar, en este caso la más simple es la más útil:
Calma Mental. Podemos conocerla con diferentes nombres, Shamatha, Shiné,
Mindfulness, pero básicamente significa calmar la mente, “dejarnos en paz”
podríamos decir. Un buen comienzo podría ser simplemente sentarnos y estar
callados durante unos minutos, observando nuestros pensamientos, sin
rechazarlos ni involucrarnos con ellos, dejándolos pasar por nuestra mente sin
irnos con ellos. Fácil de decir pero… no tanto de hacer. Todo es cuestión de practicar.
Si calmamos la mente de su habitual
ajetreo frenético, podremos VER con claridad quién somos y, además, tener la
valentía y la fuerza de simplemente SER quien somos de forma auténtica. Esto
nos ayudará a comprender. Nos ayudará a comprendernos a nosotros mismos, a
comprender lo que sucede en nuestra vida, a comprender a los demás.
Si empezamos a comprender un poco
más quién somos y por qué sufrimos, comprenderemos también que los demás son
como nosotros, y sufren como nosotros, por su confusión, por su ignorancia,
igual que nos ocurre a nosotros mismos. Nos daremos cuenta entonces que la
solución no es imponer nuestro criterio, que puede ser tan correcto o
equivocado como el de los demás, sino convertirnos en guerreros pacíficos pero
valientes, dispuestos a desarrollar todo su potencial y enfrentarse a sus
miedos para crear armonía y paz en el mundo que le rodea. Demos ese primer paso
para convertirnos en auténticos guerreros. Comencemos hoy mismo a mirar en
nuestro interior y descubrir quién somos realmente, para llegar a convertirnos en auténticos guerreros.
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por tu colaboración.